La lucha por la despenalización del aborto aún no ha concluido, pese a que la propia Corte determinó que criminalizar este procedimiento era absolutamente inconstitucional.
El pasado 7 de septiembre, la Suprema Corte abrió el paso a la despenalización del aborto al considerar su criminalización como anticonstitucional. Sin embargo, aún falta que el Congreso derogue este delito del Código Penal Federal.
“El Código Penal Federal que criminaliza el aborto voluntario es inconstitucional y por tanto no puede aplicarse, y el Congreso de La Unión está obligado a derogarlo. Y aunque no lo derogue, porque sabemos que eso es un proceso político, sus efectos ya no tienen vigencia”, afirmó Francisco Cué de GIRE (Grupo de Información en Reproducción Elegida).
En el foro “Derecho a Decidir ¡Ya!” se destacó la urgencia de poner el tema sobre la mesa, pese a la controversia que genera, incluso, al reconocer la objeción de conciencia, recurso a través del cual personal médico puede negarse a ser partícipe de la interrupción del embarazo.
“La objeción de conciencia no le alcanza a los médicos para maltratar a las mujeres, para negarles la información, para no referirlas, todo eso tiene que quedar claramente estipulado en la ley. Idealmente la corte así lo pidió al Congreso de La Unión que quedara en la Ley General de Salud, pero bueno eso no se ha hecho”, señaló Fernanda Díaz de León de IPAS LAC.
“Católicas por el Derecho a Decidir” destacaron que de acuerdo con la encuesta “Religión, Política y Sexualidad en México, 2021”, tres de cada cuatro personas coinciden en que la despenalización del aborto favorece la eliminación del estigma y los juicios morales.
“La mayoría de la feligresía apoya que una mujer acceda a un aborto, ocho de cada 10 personas están a favor de que las leyes permitan el aborto en algunos o en todos los casos”, añadió Maribel Luna de “Católicas por el Derecho a Decidir”.
“2 de cada 3 personas se oponen a que la mujer que aborta vaya presa por esta decisión. Finalmente, desde ‘Católicas por el Derecho a Decidir’ concluimos esta reflexión con la invitación a seguir dialogando, pero desde otro lugar, desde la ética laica de la función pública, como valor que debe guiar la conducta de las personas funcionarias”, subrayó Maribel Luna.
Sería pertinente, se destacó, apostar a la capacitación del personal que opera en instituciones de salud.
“El personal que está en la entrada como el vigilante es el que regresa a las personas que quieren ir a abortar, el que dice que eso no se puede todavía, es muy claro que es una persona pero, que puede hacer que esa barrera crezca”, concluyó Brenda Gutiérrez Guzmán del Fondo María.