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Día Mundial contra el Cáncer. Sigue estos consejos para prevenirlo

Hablar de cáncer es hablar de palabras mayores. Por lo regular, se le relaciona con otra palabra cruel: muerte; sin embargo, los avances científicos y médicos y, por supuesto, los cuidados tanto en alimentación como en diversos aspectos de nuestra vida, tienen gran injerencia para evitarlo en mayor medida. Por consiguiente, en la lucha frente a la enfermedad, la prevención es el punto más importante. Hace unos años, la Comisión de Expertos Médicos Europeos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se reunió con la intención de crear sencillas recomendaciones que estuvieran al alcance de toda la población y que permitieran reducir 15% la tasa de fallecimientos relacionados con el cáncer. Por el momento, las campañas de sensibilización e información a la población han surtido efecto, ya que en las últimas décadas ha disminuido las tasas de mortalidad. De acuerdo con la Clínica Mayo y Top Doctors España existen 10 recomendaciones de prevención contra este padecimiento maligno: 1. No consumas tabaco El uso de cualquier tipo de tabaco lleva casi irremediablemente al cáncer. Fumar está relacionado con varios tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de pulmón, boca, garganta, laringe, páncreas, vejiga, cuello uterino y riñón. El tabaco de mascar se ha relacionado con el cáncer de la cavidad oral y del páncreas. Incluso, ser fumador pasivo podría aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. Evitar el tabaco, o decidir dejar de usarlo, es una parte importante de la prevención del cáncer. Si necesitas ayuda para dejar de fumar, pregunta a tu médico sobre los productos y otras estrategias evitar seguir con este hábito. 2. Intenta llevar una dieta saludable Aunque hacer selecciones saludables en el supermercado y a la hora de comer no garantiza la prevención del cáncer, podría reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Consume muchas frutas, verduras y otros alimentos de origen vegetal, como granos integrales y frijoles; mantén un peso saludable. Come más ligero y magro eligiendo menos alimentos ricos en calorías, como los azúcares refinados y las grasas de origen animal. Si eliges beber alcohol, hazlo solo con moderación. El riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer, incluyendo cáncer de mama, colon, pulmón, riñón e hígado, aumenta con la cantidad de alcohol que bebes y la cantidad de tiempo que has estado bebiendo habitualmente. Asimismo, limita las carnes procesadas. Un informe de la International Agency for Research on Cancer (Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer), la agencia contra el cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS), concluyó que comer grandes cantidades de carne procesada puede aumentar ligeramente el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer. Además, las mujeres que consumen una dieta mediterránea complementada con aceite de oliva extra virgen y nueces mixtas podrían presentar un riesgo reducido de desarrollar cáncer de mama. La dieta mediterránea se centra principalmente en alimentos de origen vegetal, como frutas y verduras, cereales integrales, legumbres y frutos secos. Quienes llevan una dieta mediterránea eligen grasas saludables, como aceite de oliva en vez de mantequilla y pescado en vez de carne roja. 3. Mantén un peso saludable y haz actividad física Esto podría reducir el riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer, incluido, el cáncer de mama, próstata, pulmón, colon y riñón. La actividad física también cuenta. Además de ayudarte a controlar tu peso, la actividad física por sí sola podría reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama y de colon. Los adultos que participan en cualquier cantidad de ejercicio físico obtienen algunos beneficios de salud. Trata de esforzarte por conseguir al menos 150 minutos a la semana de actividad aeróbica moderada o 75 minutos a la semana de actividad aeróbica intensa. También puedes hacer una combinación de actividad moderada y de actividad intensa. Como objetivo general, incluye al menos 30 minutos de actividad física en tu rutina diaria, y si puedes hacer más, todavía mejor. 4. Protégete del sol El cáncer de piel es uno de los tipos de cáncer más comunes y uno de los más prevenibles. Puedes intentar lo siguiente: 5. Vacúnate La prevención del cáncer incluye la protección contra ciertas infecciones virales. Habla con tu médico acerca de la vacunación contra: 6. Evita comportamientos riesgosos Otra táctica eficaz para la prevención del cáncer es evitar los comportamientos de riesgo que pueden conducir a infecciones que, a su vez, podrían aumentar el riesgo de cáncer. Por ejemplo: 7. Consigue atención médica regular Los autoexámenes y exámenes regulares para varios tipos de cáncer, como el cáncer de piel, de colon, de cuello uterino y de mama, pueden aumentar tus probabilidades de descubrir el cáncer a tiempo, cuando el tratamiento tiene más probabilidades de ser exitoso. Pregúntale a tu médico cuál es el mejor programa de exámenes de detección de cáncer para ti. 8. Respeta las instrucciones profesionales destinadas a la prevención de exposición a determinadas sustancias  Dejando a un lugar las sustancias popularmente conocidas por su asociación a desarrollo de tumores, también encontramos otras más desconocidas presentes en nuestro ámbito social o laboral. Algunas de ellas, puede ser el asbesto o amianto, utilizado en la construcción; el polvo de sílice en la minera y construcción; el plomo para la fabricación de pinturas y tuberías; las resinas epoxi usadas para la fijación en la construcción y la industria del automóvil e, incluso, sustancias que se encuentran en la naturaleza con radón. 9. Consulta a tu médico en caso de algún cambio significativo en tu cuerpo El cuerpo humano se encuentra continuamente en estado de cambio y evolución, realizándose generalmente de manera lenta. Los cambios que se alargan en el tiempo o que se inician de manera rápida y sin una explicación deben de ser estudiados. Algunos ejemplos pueden ser los siguientes: lesiones en la piel como úlceras o cortes que no cicatrizan pueden esconder un cáncer de piel; cambios en el tamaño, forma, color o consistencia de un lunar puede degenerar en un melanoma; o la aparición de bultos o nódulos que no tienen por qué ser dolorosos en el cuerpo, y que no estaban previamente deben de ser estudiados por un especialista. 10. Consulta a su médico en caso de trastornos persistentes. Nos referimos a tos crónica, ronquera persistente, cambio en sus hábitos intestinales o urinarios, o pérdida de peso sin motivo explicable. En ocasiones, la duración excesiva de procesos habituales en el cuerpo humano, como puede ser la tos, el dolor de garganta, cambios en la voz o cuadros diarreicos, pueden esconder otras patologías más importantes. La persistencia de tos seca y alteración del tono de voz, sobre todo en pacientes fumadores o bebedores, pueden esconder tumores de pulmón o laringe entre todos. La alteración en edad adulta del ritmo intestinal o urinario durante mucho tiempo y sin una justificación debe de ser estudiados para descartar tumores de colon o del aparato urinario.
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