Salud

Día Mundial del Sida: ¿cuál debería ser el plan nutricional de personas diagnosticadas con VIH?

Una especialista hace recomendaciones puntuales sobre la alimentación en pacientes con VIH.

Al grito de “¡Igualdad, ya!”, así es el llamado este Día Mundial del Sida 2022, con lo que, de acuerdo con ONUSIDA pretende impulsar aquellas acciones que se ha demostrado que son necesarias para abordar las desigualdades y ayudar a poner fin al Sida.

El Día Mundial del Sida, una fecha que sirve para unificar el apoyo que se debe brindar a las personas que viven con el Virus de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH).

Esta conmemoración se estableció en 1988 y fue el primer día dedicado a la salud en todo el mundo. Desde entonces las agencias de las Naciones Unidas, los Gobiernos y la sociedad civil se reúnen cada año para luchar en determinadas áreas relacionadas con estas patologías.

Alimentación y VIH

Marilin Tabira, médica bariatra por el Claustro Iberoamericano de Bariatría Clínica y Nutrición y con un posgrado en el Hospital General explica que, en la actualidad, depende mucho de qué fase se encuentre la infección en una persona con VIH para saber qué alimentación es la adecuada en su menú.

“Como es bien manejada (la enfermedad) y controlada con antirretrovirales, los pacientes que se encuentran en un control correcto no tienen ninguna diferencia de recomendación en la alimentación; no más allá que cualquier paciente sano o enfermo de manera general”, dice en entrevista con Once Noticias.

La experta asegura que es muy importante conoce en qué estado de la enfermedad se encuentra un paciente diagnosticado con el virus y en qué características está.

“Cuando se hace una sugerencia de alimentación importante tiene que ver con dos contextos: uno, cuando hay un factor coadyuvante agregado propio a la enfermedad del VIH; y dos, cuando ya está en fase de complicación, en cuyo caso dependiendo de la situación que lo esté acompañando, será la recomendación en particular”.

Comenta que las recomendaciones de, manera general en cuanto a alimentación en pacientes sanos, es exactamente la misma y va en función a no tener una ingesta excesiva en cuanto a carbohidratos.

“Tener una ingesta correcta en proteínas y verduras de manera continua y tomar por lo menos dos litros de agua al día, tener una dieta variada, evitar alimentos procesados, alimentos chatarra; esas son las recomendaciones básicas generales para cualquier estado de salud general siempre y cuando no haya complicaciones ya existentes o no se esté en alguna fase de la enfermedad que no esté controlada”.

La especialista destaca que, todas las sugerencias en cuanto a alimentación, generalmente tienen que ir personalizadas, porque hay grados de rigurosidad.

Por ejemplo, precisa que, en un paciente diabético, no puede haber los mismos lujos en contexto de rupturas (de alimentación) como en un paciente sano, por así llamarlo.

“Un paciente diabético, pese a que tiene las mismas recomendaciones de manera general que un paciente sano, si tiene un excedente, puede tener una complicación. Es muy común que, en diciembre, por ejemplo, los servicios de urgencias se llenen con complicados de diabetes por una sobrecarga de las ingestas que se acostumbran”.

Apunta que, no sucede lo mismo en un paciente sano, es decir, si éste tiene una sobrecarga cualquier día, no está mal, aunque si lo hace de manera continua, va a aumentar de peso o no va a mantener contextos ideales de salud.

“Pero no pasaría lo mismo en un paciente con VIH controlado; a lo mejor no hay tanta relevancia en que haga rupturas, pero depende el estadio en que se encuentre”.

FOTO: FREEPIK

La especialista afirma que hay enfermedades que sí son específicas, que requieren ciertas características muy particulares, por ejemplo, los pacientes renales o los hepatópatas.

“Pero depende cual es la característica. Si es un paciente con VIH está controlado, no es tan grave que tenga una ruptura de manera general, pero si es un paciente con VIH que está en situación complicada, aparte es diabético o con insuficiencia renal en algún grado se va enfocando (su alimentación) de acuerdo con las características coadyuvantes y que grado de rigurosidad se recomienda en su alimentación”.

Chequeo completo

Marilin Tabira detalla que cada paciente tiene que ser evaluado de manera individual para poder determinar cuáles son las características específicas de su alimentación y su estado de salud.

“Depende mucho a enfocarnos en que estadio de la enfermedad se encuentra, si está controlado, si no está controlado. Si está controlado no es tan grave una ruptura que tenga, aunque lo ideal es que se mantenga en un peso correcto o en un peso cercano a lo ideal posible de acuerdo con su índice de masa corporal”.

Finalmente, puntualiza que esa parte se irá enfocando a dar seguimiento correcto para que el paciente no se exceda en ciertas rupturas. Pero si es un paciente con alguna complicación será -según esa complejidad- la sugerencia que se hará en cuanto a su salud y alimentación.                

Datos de la FAO

  • La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), asegura que, cuando una persona se infecta con el VIH, el sistema de defensas del organismo -sistema inmunitario- trabaja más intensamente para luchar contra la infección.
  • Ello, aumenta las necesidades de energía y nutrientes. La subsiguiente infección y fiebre incrementan también la demanda de alimentos por el organismo.
  • Una vez infectada con el VIH, una persona tendrá que comer más para satisfacer sus necesidades suplementarias de energía y nutrientes. Estas necesidades aumentarán aún más a medida que se presentan los síntomas del VIH/SIDA.
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