
El director general del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece), Ruy López Ridaura indicó que la transformación del sistema agroalimentario y del modelo de atención primaria a la salud son dos estrategias para controlar la epidemia de enfermedades cardiometabólicas.
López Ridaura expresó que el principal factor de riesgo para desarrollar diabetes y enfermedad cardiovascular es la obesidad. Por ello, precisó, es necesario modificar los hábitos alimentarios al participar en los paneles del Foro: “Acceso a servicios de salud” que se realizó previo a la inauguración de la XXII Semana Binacional de Salud.
Además, recordó la conformación del Grupo Intersectorial de Salud, Alimentación, Medio Ambiente y Competitividad (Gisamac), con el objetivo de construir un sistema agroalimentario saludable, justo, sostenible y competitivo.
El director general del Cenaprece sostuvo que existen oportunidades para la colaboración binacional entre México y Estados Unidos en esta materia, como las acciones intensivas de promoción de hábitos alimentarios en migrantes; y mecanismos de diagnóstico oportuno y atención continua a personas con enfermedad crónica.
Asimismo, explicó que México es considerado uno de los países con mayor número de personas con diabetes. Este problema creciente de obesidad no solo responde a factores genéticos, sino a los entornos donde se mueve la población.
En suma, el director general del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), Abelardo Meneses García, presentó el programa de cáncer en México y las políticas públicas para inmigrantes mexicanos en Estados Unidos.
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2020 refiere que, en México, 74.1% de la población tiene sobrepeso y obesidad; 30.2%, hipertensión; 15.7%, diabetes y 19.5% dislipidemias.
De igual manera, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señala que, en 2020, las enfermedades cardíacas fueron la principal causa de muerte en México, seguidas de COVID-19, diabetes y tumores malignos.
El director general del INCan indicó que los tumores malignos más frecuentes en México son cáncer de mama, con casi 30 mil casos nuevos; próstata, 27 mil 049; colon, 14 mil 900; tiroides, 12 mil 122; cérvix, siete mil 869; y pulmón, siete mil 811.
El especialista sostuvo que México, junto con otros 11 países en el continente americano, registran 92% de la incidencia en la región y muchos de los migrantes provienen de esas naciones, y reconoció que la realización de la mastografía representa un reto, ya que solo 20% de las mujeres elegibles se la practica, y para que haya éxito se tiene que llegar a 70%. Esto requiere el involucramiento de la familia y la comunidad.
Recordó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó que en 2020 aumentó 25% la depresión y ansiedad a causa de la pandemia de COVID-19. Esta problemática, explicó, requiere programas integrales y participación de todos los organismos de salud.
Por último, anunció que el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y sus plataformas digitales se suman a los programas de capacitación para poner a disposición de connacionales en Estados Unidos, más y mejores servicios de atención física y mental.
En este encuentro académico, también participaron la coordinadora nacional de Ventanillas de Salud, Hilda Dávila Chávez; la representante de la Comisión de Salud y Servicios Humanos de Texas, Jen Lee; la secretaria Ejecutiva de la Sección Mexicana de la Comisión de Salud Fronteriza México-Estados Unidos, Gudelia Rangel Gómez, y la investigadora de la Universidad de Drexel, Ana Martínez-Donate. Entre otros.