El Instituto Nacional de Perinatología (INPer) “Isidro Espinosa de los Reyes” de la Secretaría de Salud es la única institución en su tipo en América Latina que cuenta con una unidad específica para la atención a pacientes con enfermedades renales durante el embarazo, y que no cuentan con seguridad social.
Esta área está equipada con recursos humanos e infraestructura física y tecnológica que permiten realizar estudios complejos como hemodiálisis; en colaboración con otros institutos se realizan biopsias renales para diagnóstico preciso de padecimientos nefrológicos que se pueden presentar durante el embarazo.
En entrevista, en el contexto del curso: “Calidad y seguridad del paciente en el ámbito de la salud reproductiva y perinatal”, la nefróloga adscrita a la Unidad de Cuidados Intensivos del Adulto del INPer, Oralia Alejandra Orozco Guillén, precisó que este instituto de especialidad atiende embarazos de alto riesgo por diversas causas, como la enfermedad renal preexistente o de novo durante el embarazo.
Para valorar la magnitud del desafío que enfrentan estas pacientes, indicó que la función renal y el embarazo están estrechamente ligados, ya que el adecuado funcionamiento del riñón impacta sobre la salud de la placenta y a la inversa.
Señaló porque una de las principales funciones del riñón es controlar la fuerza de los huesos, la presión arterial, las proteínas en el cuerpo, el equilibrio ácido-base y la sal en el organismo. La placenta es uno de los pocos órganos que controlan al riñón; por lo que, cuando presenta fallas, puede generar alguna lesión renal, temporal o crónica.
Oralia Orozco detalló que la enfermedad renal en el embarazo puede ocasionar que la placenta no se implante o derive en un cuadro de insuficiencia placentaria que afecta la salud de la madre y del feto.
La biopsia renal permite determinar el tipo de padecimiento o lesión, lo cual mejora la atención médica durante el embarazo, el parto, el posparto y el puerperio, y reduce significativamente los riesgos para la vida de la madre y del feto en desarrollo.
Puntualizó que el INPer realiza estudios altamente especializados e incluso biopsias renales en el embarazo, en conjunto con en el Instituto Nacional de Cardiología (INCar) “Ignacio Chávez”. Además, atiende población del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” (INCMNSZ) y del Hospital General de México (HGM) “Dr. Eduardo Liceaga”, entre otros que atienden personas sin seguridad social.
Oralia Orozco añadió que el INPer aplica hemodiálisis a gestantes que padecen enfermedades nefrológicas durante el embarazo. Este tratamiento consiste en que, con un equipo médico altamente sofisticado, se filtran las toxinas y el agua de la sangre. En circunstancias naturales esta acción es realizada por los riñones.
Afirmó que el INPer atiende cada año cuatro mil pacientes, la mayoría por embarazo de alto riesgo, que implica atención interdisciplinaria para la preservación de la salud de la mamá y del feto, con la participación de especialistas en ginecoobstetricia, medicina materno-fetal, medicina crítico-obstétrica, nefrología y nutrición.
Precisó que este centro hospitalario es el único que cuenta con un programa de entrenamiento para especialistas en nefrología obstétrica y medicina materno-fetal, que brinda a estos profesionales las herramientas para identificar y tratar enfermedades del riñón durante el embarazo.
Concluyó que las mujeres que padecen enfermedad renal y desean embarazarse requieren más cuidados y seguimiento especial por médicas y médicos altamente especializados en embarazos de alto riesgo y atención a problemas nefrológicos, para que la gestación llegue a buen término.
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