Autoridades de la Secretaría de Salud (Ssa) piden reforzar vigilancia epidemiológica en Guerrero para evitar enfermedades infecciosas tras el paso del huracán “Otis”, por lo que señalaron que es indispensable contar con la participación proactiva de la población.
Ruy López Ridaura, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, durante una supervisión del Laboratorio Estatal de Salud Pública, en Acapulco, detalló que para evitar la proliferación de mosquitos transmisores de dengue, zika y chikungunya, se requiere eliminar criaderos, tapar bien los recipientes donde se almacena agua para consumo y no dejar que se acumule la basura.
Aseguró que reforzar la vigilancia epidemiológica es fundamental para controlar posibles brotes de enfermedades propias de este tipo de situaciones, como el dengue o padecimientos gastrointestinales., que suelen ser característicos después de fenómenos naturales.
López Ridaura sostuvo que además de las estrategias para el control de vectores, otras medidas para reducir el riesgo de enfermedades diarreicas es la potabilización del agua, a través de la distribución de plata coloidal y pastillas de cloro.
En dado caso de emergencias, el subsecretario señaló que las personas pueden solicitar atención en los seis hospitales, 119 centros de salud y más de 60 unidades médicas móviles que recorren Acapulco y Coyuca de Benítez.
Atención a áreas afectadas
A través de un comunicado, la Ssa informó que más de 800 personas trabajadoras de la salud realizan labores sanitarias para mitigar los daños por “Otis”, por lo que realizan vigilancia epidemiológica, principalmente en zonas de mayor riesgo, donde todavía hay agua anegada o basura que pueden constituir potenciales criaderos de fauna nociva.
Aseguró que se cuenta con 95% de medicamentos en las unidades de primer nivel, como resultado de compras y donaciones de las entidades federativas
Asimismo, a través de Cofepris revisa constantemente fuentes de abastecimiento de agua para consumo, con poco más de 500 puntos de monitoreo de cloro residual y la cloración de más de cuatro millones de litros de agua.
López Ridaura detalló que se han impartido más de 2 mil 500 pláticas sobre saneamiento básico, y han sido encalados 497 focos de riesgo sanitario para evitar que escombros, basura y fauna nociva causen daños a la salud o afecten el ecosistema.