A lo largo de 37 años, la evidencia científica generada por profesionales del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), perteneciente a la Secretaría de Salud, ha sido la base de políticas públicas para el cuidado de la salud.
Algunas de las acciones afirmativas propuestas por parte del INSP son los espacios libres de humo de tabaco, la obligación de productores y comercializadores de productos alimenticios de incluir el llamado etiquetado frontal y, recientemente, la eliminación, en escuelas públicas, de todos los productos conocidos como comida chatarra, entre otras.
El INSP se fundó en enero de 1987 con los objetivos de realizar investigación científica; desarrollar estrategias para prevenir, controlar y atender problemas relevantes de la sociedad mexicana en materia de salud; y formar profesionales de la salud que promuevan condiciones de vida saludable en los diversos grupos poblacionales en México.
El INSP llega a su 37 aniversario como una institución en plena madurez académica. Desde el punto de vista de la producción científica, y tan sólo en 2022, el INSP publicó 397 artículos en revistas especializadas.
“Desde la fundación de la Escuela de Salud Pública de México (ESPM) han egresado de esta institución 18 mil profesionales”, dijo en entrevista su director general, Eduardo César Lazcano Ponce.
A la par, destacó que todos los programas académicos del instituto se materializan en la formación de profesionales de posgrado en la ESPM, programas acreditados por el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) y por el Consejo de Educación para la Salud Pública (CEPH, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, lo que “representa una certificación nacional e internacional muy importante”.
Asimismo, el director del instituto aclaró que la acreditación del CEPH se otorga cada seis años y el INSP obtuvo ya la tercera reacreditación, es decir, goza del reconocimiento desde hace 15 años, lo que ratifica su posicionamiento como instancia de investigación y formación en salud pública de primera categoría, incluso, en el entorno internacional.
El INSP cuenta con una plantilla de 275 investigadoras e investigadores en Ciencias Médicas, de los cuales 197 forman parte del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII), quienes realizan protocolos y actividad docente en áreas como epidemiología; nutrición poblacional; enfermedades infecciosas parasitarias y transmitidas por vector; calidad de los sistemas de salud; cáncer; por mencionar algunas.
Además, las casi 500 alumnas y alumnos con que cuenta la ESPM reciben formación de alto nivel mediante los programas de especialidad, maestría y doctorado que ofrece el INSP; así también, el personal médico del país tiene la posibilidad de actualizar sus conocimientos en salud pública mediante diplomados, cursos y conferencias que, en su quehacer cotidiano, se imparten en este instituto.
Explicó además que la salud pública no es una especialidad médica, sino una disciplina científica y, como tal, al interior del instituto se generan diversas iniciativas que, basadas en el conocimiento, constituyen los pilares para el diseño de políticas públicas, por lo que el INSP es un elemento importante de apoyo legislativo y sectorial para la mejora de la atención a la salud en México.