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Investigadoras mexicanas identifican 55 secuelas a largo plazo del COVID-19

Personas que se han recuperado de COVID-19 y tras semanas o incluso meses aún presenta cansancio, dolor de cabeza, o no ha recuperado el gusto o el olfato por completo, es parte la población que sufre una condición que ahora se conoce como “síndrome postagudo multisistémico por COVID”, comúnmente llamado COVID largo.

 

Encontramos que hasta el 80% de las personas que se recuperan de COVID tienen algún síntoma, alguno, y el más frecuente de todos es la fatiga. Hasta el 60% de las personas que se recuperan de COVID, siguen teniendo fatiga y es una fatiga muy peculiar, es estar cansado todo el tiempo, con mucha incapacidad para hacer tus actividades, para trabajar, para cuidar de alguien, para estudiar”, Rosalinda Sepúlveda, investigadora de la Universidad de Harvard.

 

Científicas mexicanas que colaboran en instituciones y centros de investigación nacionales y en el extranjero, analizaron los datos de más de 18 mil publicaciones científicas internacionales y descubrieron que hay al menos 55 síntomas que se repiten en pacientes que ya han superado el COVID-19. en su artículo, publicado en “Scientific reports” indican que el dolor de cabeza es el segundo síntoma post COVID más prevalente y afecta al 45% de los pacientes, le siguen los desórdenes de atención.

 

Este incluye síntomas como alteraciones en la memoria, en la atención, en la toma de decisiones, en olvidos, en no poder hacer una frase seguida y no poder pensar propiamente. Imagínate un 30% de las personas que se recuperan con esa dificultad para pensar”, agregó Rosalinda.

 

Pérdida de cabello, depresión, ansiedad, e insomnio también son secuelas comunes.

 

Si bien no son graves, son incómodos para la vida, dentro de toda la buena noticia es que estos síntomas en particular sí se mejoran al paso del tiempo, como a los 9 meses empieza a haber mejoría de todos estos síntomas”, concluyó la investigadora.

 

La doctora Rosalinda Sepúlveda, recordó que aún se tiene que estudiar mucho sobre los efectos a largo plazo del COVID-19, pues con año y medio conviviendo con este padecimiento, las interrogantes por resolver apenas comienzan.

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