Salud

La neurosis es un trastorno común pero ignorado en la población mexicana

Causa sufrimiento, discapacidad, se manifiesta de forma variable y tiene diversos síntomas.

Martín L. tuvo varios síntomas antes de reconocer que tenía neurosis, pero fue uno el que tuvo mayor impacto en su vida: el insomnio. comenzó a perder el sueño, no lograba conciliarlo. Eso inició a cobrar factura en sus días, dado que dormir es fundamental no sólo para la recuperación física, sino también mental. En algún momento se convenció que no necesitaba dormir.

Aunado a ello sentía depresión, desgana por la vida, angustia, miedo y soledad; rechazaba socializar e incluso era agresivo, por lo que tuvo problemas en su trabajo, al interior de su familia. Comenzó a buscar ayuda y alternativas. Primero acudió con el médico quien le recetó medicamento, pero no hubo resultados, el insomnio continuaba.

Decidió acercarse a la psicología, psiquiatría y luego a la religión, pero nada de eso le devolvía ni el sueño ni las ganas de vivir, “hay un desamparo profundo”, expresó.

Cuando se había dado por vencido y cuya vida había ido en detrimento, encontró un cartel sobre el Movimiento Buena Voluntad 24 horas de Neuróticos Anónimos AC. “me acerqué y asistí a la junta, que coincidía con el 4to aniversario”.

Son 41 aniversarios en los que ha estado Martín, desde el día que se acercó a obtener información y que decidió quedarse. Aún recuerda que cuando asistió a esa primera junta informativa sintió vergüenza, pero luego de salir y ver que no estaba solo, sino que muchas personas acuden por este trastorno, decidió continuar para tomar terapias grupales.

Aún recuerda que pensaba “¿Cómo practicar la tolerancia si el mundo te ha tratado mal?”. Fue así que comenzó a trabajar su historial de vida y las emociones que lo habían atormentado en su infancia, adolescencia y adultez.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) la neurosis es una enfermedad funcional del sistema nervioso que se caracteriza por inestabilidad emocional. Es un trastorno mental sin una base orgánica demostrable, en el cual, la persona puede desarrollar un poder de auto observación considerable y una sensación adecuada de la realidad.

Esto quiere decir que la conducta y comportamiento se ve afectado, pero se mantiene en los límites sociales conductuales, contrario a la psicosis.

En el 45 aniversario del Movimiento Buena Voluntad 24 horas de Neuróticos Anónimos, celebrado esta tarde de sábado, se recordó que la neurosis no es una enfermedad aislada, sino un padecimiento común que requiere atención integral y en el que la asistencia grupal ha sido importante para las personas que lo padecen.

En pandemia, tal como señaló Martin L, guía de este movimiento, las personas se han visto afectadas por la pérdida de familiares y por el encierro, lo que ha tenido efectos sobre la salud mental y emocional.

Martín señaló que en el contexto de COVID-19, ha aumentado la gente que se acerca a buscar apoyo al movimiento, por esos efectos que ha tenido la pandemia, por lo que dijo que es importante contar con herramientas de apoyo emocional, para enfrentar la situación.

El problema está dentro de usted, ¡búsquelo!

Eso fue lo que le dijo un psiquiatra a Lupita S., tras pasar por muchos tratamientos sin que ninguno tuviera efecto para quitarle la sensación que tenía: depresión, angustia, insomnio, inapetencia y desesperación.

Primero acudió con un médico, después inició un peregrinar entre psicoanalistas, psiquiatras y neurólogos tratando de encontrar una solución, y es que cada vez acumulaba pensamientos suicidas y nada le proveía alivio. La diagnosticaron con depresión, pero luego de intentar con infinidad de pastillas e inyecciones ningún síntoma mejoró.

Uno de los psiquiatras que consultó le dijo que habían agotado todos los tratamientos y que la última solución que veía era su internamiento y un tratamiento con electroshocks.

me dijo, hemos hecho todo lo que podemos hacer por usted, le dimos todo lo que hay en la medicina, no hay que hacer, nos quedan los electroshocks para sacarla de esta depresión y angustia profunda”, recordó Lupita.

Ella se había dado por vencida y no tuvo reparo en aceptarlo, no así su esposo que decidió buscar otra alternativa. Uno de los psiquiatras que trataron a Lupita S. le recomendó llevar a su esposa a la organización, para trabajar de manera grupal, porque le dijo que ningún medicamento ayudaría a tratar lo que ella traía en su interior.

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