Reportajes especiales

Mujeres trans abandonan Tijuana ante aumento de violencia

En lo que va de este año, al menos, seis mujeres trans han sido asesinadas en Tijuana, Baja California, “son los casos conocidos públicamente, pero hay muchas muertes que no se mencionan”, dijo Susana Barrales, fundadora de la Unión Trans Tijuana B.C, en entrevista con Once Noticias.

Hay chicas que no se atreven a denunciar por miedo a represalias, por ejemplo, algunas denuncian y el agresor es detenido, pero al poco tiempo lo dejan salir y este busca venganza. Hay mucha violencia hacia la comunidad trans”, indicó Susana Barrales.

Ante tal crueldad muchas se han visto obligadas a abandonar Tijuana y cruzar al país vecino.

“En la organización van 10 casos de chicas que han tenido que cruzar hacia Estados Unidos para salvaguardar su vida. Nosotras hemos documentado esa violencia y es lamentable que las personas tengan que huir para salvarse”, comentó.

Tan solo en la última semana se registraron tres asesinatos de mujeres trans en distintas entidades del país: Ivonne en Ciudad de México (1 de julio), Valeria Carrasco en Colima y Kendra en Tijuana, ambos el pasado 7 de julio.

El cuerpo de Kendra ‘N’, de 26 años, fue localizado adentro de su casa ubicada en la colonia Hacienda Los Laureles, al este de Tijuana. Su cuerpo fue maniatado y hubo un intento de calcinamiento. Elementos de bomberos de Tijuana y Policía Municipal acudieron al domicilio, en donde se reportó el incendio. Al ingresar encontraron el cuerpo de Kendra con signos de violencia.

Ante tal crimen, activistas de la Unión Trans Tijuana B.C se han manifestado para pedir justicia, “para que las autoridades hagan el trabajo correspondiente y evitar que continúen en aumento estos crímenes de odio”, señalaron en sus redes sociales para repudiar el crimen hacia Kendra.

La activista Susana Barrales compartió que persisten distintos tipos de discriminación hacia la comunidad trans, por ejemplo, la discriminación laboral, de vivienda y para encontrar un trabajo, lo que se traduce en una vulneración de derechos hacia esta comunidad. 

En Tijuana la violencia ha incrementado, “es como hace tiempo, como hace unos años, así ha aumentado la violencia. Persiste la violencia hacia las mujeres trans, es una violencia muy fuerte, a veces son muy dolorosas, muchas no lo dicen porque quieren evitar represalias”.

Recordó que hace un año ocurrió el asesinato de Jeanine Huerta y hasta la actualidad no han dicho que ha pasado.

El asesinato de Kendra y el de Jeanine fueron perpetrados con características parecidas, lo que implica que estos crímenes de odio son hechos por asesinos que operan de una misma forma hacia la comunidad trans. Es raro porque entonces viene una ola de violencia casi con las mismas características”, denunció preocupada.

Ella y su organización han mantenido comunicación con la familia de Kendra, sin embargo, consideran que en este momento sólo pueden apoyar, lo que consideran fundamental. Dijo que ha sido muy difícil para la familia, porque ella no tenía los documentos de identidad de género. Señaló que no sabe mucho y desea centrarse sólo en el apoyo en este doloroso momento.

En México, sólo 14 estados han aprobado la Ley Agnes que reconoce la identidad de género y Baja California no se encuentra entre ellos.

“Nos ha costado que nos escuchen, pero estamos tratando de que nos abran la puerta, estamos trabajando en conjunto con derechos humanos y otras organizaciones”, enfatizó que desde Unión Trans trabajan apoyando a la comunidad trans y buscamos combatir la discriminación y la transfobia.

En la actualidad están trabajando en una iniciativa de ley de identidad de género, para que las personas puedan cambiar sus documentos con respecto a la identidad en la que se reconocen.

“Tenemos que luchar para que otras personas entiendan que nosotras somos personas y merecemos ser reconocidas y respetadas como tal. Necesitamos muchos cambios, estamos logrando cosas muy buenas, queremos llegar a la Fiscalía”.

Es importante que la comunidad trans hable y no desde terceros. Tenemos que continuar trabajando para que nuestros derechos sean reconocidos y respetados porque somos personas. Ojalá algún día se nos deje de violentar porque es doloroso”, concluyó la activista.

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