La empresa estadounidense de biotecnología Moderna anunció que presentará una denuncia contra Pfizer y BioNTech por infracción de patente sobre su vacuna de ARN mensajero contra COVID-19.
“Moderna está convencida de que la vacuna Comirnaty COVID-19 de Pfizer y BioNTech infringe las patentes presentadas por Moderna entre 2010 y 2016, que cubren la tecnología fundamental de ARN mensajero de Moderna”, dijo la compañía en un comunicado.
Moderna, Pfizer y BioNTech fueron las primeras empresas del sector en fabricar vacunas contra el coronavirus, muy poco después del inicio de la pandemia, gracias a la tecnología de ARN mensajero, que permite ordenar a las células humanas y fabricar proteínas presentes en el virus para acostumbrar al sistema inmunitario a reconocerlo y neutralizarlo.
Hasta entonces, las vacunas se basaban en formas debilitadas o inactivadas del virus para entrenar el cuerpo a defenderse, y el desarrollo de remedios, así como los ensayos clínicos para verificar su seguridad, podían llevar varios años.
El uso de la tecnología de ARN mensajero en las vacunas de Moderna y Pfizer/BioNTech, entre las más inyectadas del mundo, fue la culminación de cuatro décadas de investigación que ha superado numerosos obstáculos.
El ARN mensajero es un tipo de ARN de cadena única que participa en la síntesis proteica. Se genera a partir de una plantilla de ADN durante el proceso de transcripción. La función del ARNm es transportar la información sobre las proteínas desde el ADN en el núcleo de la célula hasta el citoplasma de la célula, donde la maquinaria productora de proteínas lee la secuencia del ARNm y traduce cada codón de tres bases en su aminoácido correspondiente en una cadena proteica en crecimiento.
“Esta tecnología innovadora fue crucial para el desarrollo de la propia vacuna de ARN mensajero de Moderna, Spikevax. Pfizer y BioNTech copiaron esta tecnología, sin el permiso de Moderna, para fabricar Comirnaty”, agrega la declaración de Moderna.
¿Cómo funcionan las vacunas de ARN mensajero contra COVID-19?
En las vacunas tradicionales se introduce un germen debilitado o inactivado en nuestros organismos. Las vacunas de ARN mensajero enseñan a las células a producir una proteína que desencadena una respuesta inmunitaria si la persona se infecta.
Cuando la vacuna se inyecta en la parte superior del brazo, el ARNm ingresa en las células que hay cerca del sitio de la inyección y les dice que empiecen a producir la misma proteína que se encuentra en el virus del COVID-19. El sistema inmunitario reconoce esta proteína y comienza a producir anticuerpos que pueden combatir el virus si la persona vacunada se infecta posteriormente.
Ninguna de las vacunas interactúa o modifica el ADN de ninguna manera, por lo que no pueden provocar cáncer.
El ARNm no es lo mismo que el ADN y no puede combinarse con el ADN para modificar el código genético. El ARNm es frágil y da las instrucciones a las células para crear anticuerpos contra el SARS-CoV-2. No entra al núcleo de la célula, que es la parte que contiene el ADN.