El caldo de pollo es uno de los alimentos más ricos y fáciles que podemos preparar en casa, incluso en algunas ocasiones puede funcionar como el remedio perfecto para prevenir y contrarrestar los síntomas de la gripe. No se trata de una simple coincidencia que un plato de caldo nos ayude a sentirnos mejor y reconfortados, ya que esta preparación concentra todos los beneficios de las verduras que se le agregan.
La combinación de verduras y pollo hacen de esta receta la combinación ideal de vitaminas, minerales y proteínas que ayudan a mantener el cuerpo caliente. Incluso, el humo que sale del plato cuando está bien caliente el caldo, es perfecto como descongestionante nasal, y lo único que tienes que hacer es ponerlo cerca de tu nariz.
El caldo de pollo es uno de los alimentos más saludables que puedas consumir en esta temporada de frío. En esta época en la que más que nunca estamos cuidando lo que comemos para mantenernos saludables y en un peso adecuado, el caldo de pollo otorga una gran cantidad de vitaminas del complejo B; una sola ración de este caldo, puede cubrir hasta en un 93% de la ingesta diaria recomendada de esta vitamina, además de agregar fósforo, que mejora la formación de los huesos y los dientes, en especial en edades tempranas.
Un plato de apenas 100 gramos de caldo de pollo, solo cuenta con 36 calorías, además de 3.5 gramos de carbohidratos, 1.58 gramos de azúcar, 143 miligramos de sodio y 2.52 gramos de proteína.
Si bien se trata de una preparación muy baja en calorías, puede ser muy alta en sodio, así que, si tienes problemas de hipertensión o triglicéridos y colesterol alto, será mejor que moderes su consumo.
Al añadir un par de huesos en la preparación, podrás hacer de este caldo uno muy rico en colágeno, y con ello contribuir a mejorar la apariencia de la piel y evitar las arrugas o la falta de elasticidad, así como mejorar el estado de las articulaciones.