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OMS llama a incentivar un cambio para que la sociedad se preocupe del bienestar

El Día Mundial de la Salud es una fecha de suma importancia para el planeta tierra. Dicha fecha se oficializo dado que un 7 de abril de 1948 se creó la Organización Mundial de la Salud (OMS) y desde entonces su objetivo fundamental es hacer llamados a favor de crear acciones de cuestiones sanitarias de relevancia mundial.

Precisamente, la OMS busca en este 2022 “llamar la atención del mundo sobre las medidas urgentes que se necesitan para mantener la salud de los seres humanos y del planeta e incentivar un cambio para que las sociedades se preocupen del bienestar”.   

Asimismo, calcula que cada año, se producen más de 13 millones de defunciones debidas a causas ambientales evitables, sin ir más lejos, a la crisis climática, que es la mayor amenaza para la salud a la que se enfrenta la humanidad.

La OMS, en el marco de la conmemoración de este 7 de abril, pone sobre la mesa diversos temas como es la de la crisis climática y sanitaria.

“Más del 90% de las personas respiran un aire insalubre que es consecuencia de la quema de combustibles fósiles. Además, los fenómenos meteorológicos extremos, la degradación del suelo y la escasez de agua están desplazando a las personas y afectando a su salud”, señaló.

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No basta con mejorar los servicios de salud; se necesitan políticas y medidas en muchos ámbitos. Debemos ocuparnos de los grandes determinantes de la salud, incluidos los factores sociales, económicos y ambientales”, comentó António Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Con motivo del Día Mundial de la Salud, explicó que la efeméride debe llamarnos a pensar sobre los determinantes sociales en la materia, que son factores relacionados con las condiciones de producción económica, es decir, la manera en que se privilegia la industria y el consumismo.

Son la causa de la causa de que estemos en crisis climáticas”, aseguró.

Además, la OMS indicó que la pandemia por COVID-19 evidencia la urgencia de forjar sociedades del bienestar sostenibles, comprometidas con la consecución de una salud equitativa, tanto para las generaciones presentes como las futuras, sin sobrepasar los límites ecológicos. 

Si queremos vivir en sociedades sanas, saludables, tenemos que actuar ante el deterioro que estamos generando en la naturaleza, en el planeta”, advierte el académico de la Facultad de Medicina de la  Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Ariel Vilchis Reyes.

Asimismo, este organismo internacional llama a gobiernos, empresas, trabajadores y establecimientos de atención a la salud, así como a alcaldes y particulares a reimaginar el mundo.

Por ejemplo, a los gobiernos les sugiere priorizar el bienestar humano a largo plazo y la estabilidad ecológica en sus decisiones, detener las subvenciones a los combustibles fósiles, gravar los alimentos y bebidas altamente procesados con elevado contenido en sal, azúcares y grasas no saludables.

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El experto universitario coincide en este tipo de medidas y agrega que a partir del ámbito individual también se requiere caminar en lugar de usar el auto; subir escaleras antes que utilizar elevadores; no desperdiciar el vital líquido y ducharse en cinco minutos; comer menos carne pues la industria ganadera es la más contaminante, ya que genera deforestación, elevada producción de metano y alto gasto hídrico, entre otras.

“La salud no sólo es ausencia de la enfermedad, tiene que ver con cómo nos organizamos como sociedad, en qué contexto vamos desarrollando nuestros componentes psicoafectivos, que se originan a partir de nuestro curso de vida muy determinado, en gran medida, por las condiciones culturales. La salud es resultado de la convivencia entre los humanos, de las relaciones entre poblaciones y comunidades”, añadió Vilchis Reyes.

La OMS desde el 2019 y con el fin de eliminar la brecha entre las personas y una salud digna, ha planteado una campaña basada en los siguientes objetivos :

• Aportar el material visual necesario para las personas que, si tienen acceso a una atención sanitaria de buena calidad, se den cuenta de la vida que llevan las personas que no tienen la suerte de contar con este servicio.
• Defender la igualdad de acceso a la atención médica, rápida y de calidad;
• Promover que los expertos dentro de los sectores de salud, ayuden en la toma de decisiones, sobre las necesidades de las personas en niveles de atención primaria;
• Instar a los ministros de salud a que se comprometan a adoptar medidas para mejorar las deficiencias en materia de cobertura sanitaria universal, por medio de informes sobre el progreso de la situación de esta en sus países; y
• Para armonizar los esfuerzos la OMS incluirá una publicación anual con los datos sanitarios a nivel mundial, con toda la información de las tendencias, avances y retos.

El COVID-19 cambió a la humanidad

La pandemia COVID-19 que sin duda ha cambiado el rumbo de la humanidad en la cuestión de la salud, la OMS afirma que evidenció que algunos sectores de la población en el mundo pueden llevar una vida más sana y tener un mejor acceso a los servicios de salud que otros, debido a las condiciones en las que nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen.

La Universidad Nacional Autónoma de México señaló en ese sentido que “las regiones más vulnerables en el mundo tienen peores condiciones de vivienda y educación, menos oportunidades de empleo y disponen de poco o ningún acceso a entornos seguros, agua y aire limpios, seguridad alimentaria y más aún a servicios de salud. Todo ello genera sufrimientos innecesarios, enfermedades prevenibles y muertes prematuras”.

Bajo ese esquema, Irma Araceli Aburto López, académica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza, expresó que la humanidad aspira a conservar buenos hábitos de alimentación e higiene para favorecer su salud.

Sin embargo, estas prácticas no pueden lograse en todas las poblaciones debido a las condiciones de vida en las que subsisten.

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“Para estar sanos requerimos estabilidad física y emocional. Es decir, para que nuestra maquinaria biológica esté en equilibrio, necesitamos una nutrición equilibrada que consiste en la ingesta de carbohidratos, ácidos grasos y aminoácidos esenciales, vitaminas, minerales y agua”, comentó Aburto López.

La especialista considera que para garantizar la prevención de enfermedades entre las poblaciones con menos recursos, habría que empezar por pavimentar calles y dotarles agua potable para que la gente tenga higiene.

A pesar de que 90% de la población mexicana cuenta con el vital líquido, aún hay localidades apartadas que carecen del servicio.

Ante esto, Aburto López precisa que se carece de personal médico suficiente para proporcionar atención a las poblaciones.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud (SSa), solo hay 2.1 galenos por cada mil habitantes, una de las medias más bajas entre los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

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