Este miércoles, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que espera que el COVID-19 y la viruela del mono dejen de ser emergencias de salud pública en 2023, ya que ambas enfermedades han dejado atrás su fase más peligrosa.
El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, informó que la cifra de muertes semanales por COVID-19 se encuentran en una quinta parte el número de muertes un año antes.
“La semana pasada, menos de 10 mil personas murieron a causa del COVID. Aún son 10 mil muertes de más y los países aún pueden hacer mucho para salvar vidas. Pero hemos recorrido un largo camino. Tenemos la esperanza de que en algún momento del año que viene seamos capaces de decir que el covid-19 ya no es una emergencia de salud global “, dijo en rueda de prensa.
El responsable afirmó que el comité de emergencia de la OMS, que asesora a Tedros en sus declaraciones de emergencias de salud pública de interés internacional (PHEIC, por sus siglas en inglés), comenzará a discutir cómo será el final de la fase de emergencia cuando se reúna en enero.
“Este virus no se marchará. Está aquí para quedarse y todos los países tendrán que aprender a lidiar con él, así como con otras enfermedades respiratorias”, recordó, insistiendo en que aún hay mucha incertidumbre y que en los países de bajos recursos solo una de cada cinco personas han sido vacunadas.
En cuanto a la viruela del mono, se han reportado más de 82 mil casos en 110 países desde que se declaró la emergencia en julio, aunque la mortalidad sigue siendo muy baja, con tan solo 65 muertes.
“Por suerte, el número de casos ha caído en más de un 90%”. Si continúa esta tendencia, tenemos la esperanza de que el próximo año también podamos declarar el fin de esta emergencia”, concluyó el jefe de la OMS.