Las organizaciones El Poder del Consumidor y la Red por los Derechos denunciaron que en escuelas de educación básica se consume 550 calorías en productos ultraprocesados por estudiante durante una jornada escolar.
Por lo anterior, ambas entidades acudieron a la Secretaría de Educación Pública (SEP) para mostrar los resultados de un análisis realizado a los desechos que salen de las escuelas y que muestran el consumo en forma indiscriminada de jugos, dulces, pastelitos y otros productos ultraprocesados.
“El consumo que se está dando en las escuelas de nuestro país es suficiente para que los niños aumenten varios kilos de peso cada año”, mencionó Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor.
La auditoría realizada por El Poder del Consumidor en julio de este año, arrojó como resultado de la recolección de basura plástica un total de mil 711 residuos contaminantes, de los cuáles mil 238 correspondían a plásticos etiquetados provenientes de jugos y leches con azúcar, dulces, galletas, pastelillos y frituras, envolturas que se han convertido en el tipo de basura más común de cualquier entorno.
Al mismo tiempo, la organización realizó un análisis de los ingredientes y del contenido nutrimental de 20 productos que se identificaron como los más consumidos en la escuela, como: Boing fresa, galletas Emperador chocolate, galletas Oreo, Ruffles, Sabritas flaming, Cheetos torciditos, Leche Santa Clara sabor fresa y Dan Up fresa.
Tras el análisis, se reveló que durante la jornada escolar se consumen hasta 15 colorantes diferentes, como rojo N° 40, amarillo N° 5 y azul N° 2 que están asociados con cambios en el estado de ánimo, hiperactividad y déficit de atención, por lo que ha llevado a su retiro en varias naciones.
El estudio también evidenció el consumo de más de 60 aditivos diferentes como conservadores, texturizantes y edulcorantes calóricos y no calóricos, que se relacionan principalmente con el aumento de peso y obesidad visceral, problemas metabólicos como aumento de la glucosa en sangre, presión arterial, colesterol, triglicéridos, hígado graso, problemas gastrointestinales y debilitan el sistema inmune.
Liliana Bahena, coordinadora de la campaña Mi Escuela Saludable, señaló que las escuelas son parte del problema de salud y del deterioro del medio ambiente, y destacó que la basura que se genera al interior proviene, en su mayoría, de empaques de un solo uso de productos ultraprocesados, que tardan hasta 450 años en degradarse.