
Las personas adultas mayores que comienzan a experimentar malos sueños o pesadillas podrían estar mostrando los primeros signos de la enfermedad de Parkinson, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Birmingham.
La nueva investigación mostró que las personas que experimentaban malos sueños frecuentes tenían el doble de probabilidades de ser diagnosticados posteriormente con Parkinson que los que no lo hacían.
El doctor del Centro para la Salud del Cerebro Humano de la Universidad, Abidemi Otaiku, apuntó que aunque puede ser realmente beneficioso diagnosticar la enfermedad de Parkinson de forma temprana, existen muy pocos indicadores de riesgo y que muchos de ellos requieren costosas pruebas hospitalarias o son muy comunes e inespecíficos, como la diabetes.
Durante la investigación se diagnosticaron 91 casos de Parkinson. Las y los investigadores descubrieron que los participantes que tenían pesadillas frecuentes tenían el doble de probabilidades de desarrollar la enfermedad en comparación con los que no los tenían.
La mayoría de los diagnósticos, además, ocurrieron en los primeros cinco años del estudio. Los resultados sugieren que las y los adultos mayores que algún día serán diagnosticados con Parkinson son propensos a comenzar a experimentar malos sueños y pesadillas unos años antes de desarrollar los rasgos característicos de esta enfermedad.
Las y los investigadores tienen previsto utilizar la electroencefalografía (EEG) para estudiar las razones biológicas de los cambios en los sueños.
También tratarán de reproducir los resultados en cohortes más amplias y diversas, y explorarán los posibles vínculos entre los sueños y otras enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.