Salud

¿Problemas para deglutir tus alimentos? Cuidado, puede ser disfagia

En el Día Mundial de la Disfagia, se observa este padecimiento en todos los grupos etarios, pero su prevalencia aumenta con la edad.

Este 12 de diciembre es Día Mundial de la Disfagia, una fecha cuyo objetivo es dar a conocer un trastorno que afecta a un porcentaje importante de la población.

Se trata de una dificultad para tragar la comida y las sustancias líquidas de manera natural y que, por lo tanto, necesita de la atención inmediata de un especialista.

Once Noticias conversó con Arturo Cienfuegos Vázquez, gastroenterólogo por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien describe a la enfermedad como una dificultad en la deglutación, que parte desde que el alimento se desplaza desde la boca hacia el esófago.

“Este problema vendrá acompañado de más síntomas que producen malestar al pasar o tragar los alimentos, problemas respiratorios; eso lleva a otro problema serio: la desnutrición consecuencia de que los pacientes, en su mayoría, dicen que los alimentos se atascan o que no descienden bien y empiezan a dejar de comer”, dice en entrevista.

El especialista explica que, el mecanismo orofaríngeo de la deglución, es decir, el paso del alimento desde la faringe al esófago y que va a coincidir con la relajación coordinada del esfínter esofágico superior y las contracciones del cuerpo esofágico, va a transportar el bolo alimenticio desde la boca al estómago en unos 10 segundos.

Agrega que, si dichas contracciones no se presentan o no avanzan, un bolo alimenticio ingerido puede no salir del esófago, con la consiguiente acumulación, distensión y un obvio malestar.

“Para que se entienda mejor, al elemento que se forma a partir de la trituración de los alimentos por acción de los dientes y de la saliva es al que se le llama bolo alimenticio y es el resultado de la masticación y la insalivación”.

De acuerdo con el experto hay dos tipos de disfagia: orofaríngea y esofágica. La primera se produce por anormalidades que afectan el mecanismo neuromuscular que está ajustado a la faringe y el esfínter esofágico superior; y la esofágica que proviene de trastornos que afectan al cuerpo esofágico, señala el experto.

Tratamiento a seguir

Cienfuegos detalla que el tratamiento a seguir va a depender de su origen; adelanta que la de tipo funcional o neuromuscular tiene posibilidades terapéuticas limitadas, a excepción del trastorno más frecuente llamado: acalasia esofágica.

“En este último se recurrirá a la dilatación endoscópica neumática forzada de la unión esófago-gástrica o a la cardiomiotomía quirúrgica, que aporta buenos resultados”.

El médico aporta algunas recomendaciones para estos pacientes:

• Ajustar el tipo y consistencia de los alimentos a la capacidad deglutoria del paciente, que además puede variar con el tiempo y el proceso de la enfermedad.
• Condensar líquidos para lograr la ingesta adecuada correcta y evitar la deshidratación.
• Transformar los alimentos sólidos a puré para comodidad del paciente.
• Tratar de estimular el reflejo deglutorio con alimentos amargos y ácidos; o fríos y calientes.

“Estas son sólo algunos consejos, pero existen muchos más; lo importante es que, si presentan síntomas como los antes mencionados de manera frecuente o notan algo fuera de lo normal, es necesario consultar con un profesional de la salud. A veces se presenta otro tipo de trastorno que no precisamente va a ser disfagia”, relató el especialista.

Datos relevantes

De acuerdo con la Organización Mundial de Gastroenterología, es difícil dar datos epidemiológicos a nivel mundial de la disfagia, dado que la prevalencia de la mayoría de las enfermedades que pueden provocar disfagia tiende a diferir entre las regiones y continentes.

Por lo tanto, sólo se pueden hacer aproximaciones a nivel global. Las tasas de prevalencia también varían dependiendo de la edad de los pacientes, y se debería recordar que el tipo de patología que se presenta con disfagia en pediatría, por ejemplo, difiere de las patologías de los grupos de mayor edad.

En los pacientes más jóvenes la disfagia a menudo está vinculada a lesiones de cabeza y cuello por accidentes, así como cánceres de garganta y boca. Si bien se observa disfagia en todos los grupos etarios, su prevalencia aumenta con la edad.

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