El miedo fue la antesala para lo inevitable. Jennifer espero un año para atenderse aquella molestia en uno de sus senos.
Yo me sentí la bolita, pero no le quise hacer ningún caso, sí la sentí con mucha molestia ya estaba dura, me dolía al bañarme y a partir de ahí era más y más el dolor, yo duré con el dolor un año, o año y medio para checarme, por miedo”, Jennifer Escalante, paciente.
El diagnóstico de cáncer en etapa cuatro era inminente.
La noticia fue muy fuerte para mí, no sabía cómo agarrarme ni de que agárrame, ni cómo manejarlo, yo quería gritar, salir corriendo, desparecerme, pero me culpaba mucho, como mujer me culpaba, como madre tengo dos hijos, me culpaba porque el no haberme atendido”.
Jennifer se convirtió en una estadística adversa.
En México seis de cada diez mujeres con cáncer de mama llegan tarde al tratamiento.
La mayoría de las pacientes llegan por autodetección de alguna lesión, pero cuando una mujer se autodetecta una lesión en la mama esta lesión ya mide un promedio de cinco centímetros”, Betsabé Hernández Hernández, oncóloga de la fundación de cáncer de mama, Fucam.
Por ello, se recomienda que las mujeres entre 40 y 69 años se realicen una mastografía cada dos años, sin embargo, oficialmente la cobertura a nivel nacional es insuficiente, apenas alcanza al 20%.
Nuestra cultura de autoexploración y de acudir una vez al año con el médico, y de hacerse una mastografía anual a partir de los 40, desafortunadamente no es tan extensa como para que fuera mayor el número de casos tempranos”, agregó Betsabé.
El Gobierno Federal reportó una reducción del 21% de nuevos casos de cáncer de mama respecto al año anterior.
Encontramos pacientes del sector público que por el COVID se veían interrumpidos sus tratamientos, debido a la reconversión de hospitales”, Adela Ayensa, directora general de la fundación Salvati México.
Aún sin cuantificar los daños, derivados de la pandemia, el panorama se vislumbra retador para la atención de pacientes con cáncer de mama.
La pandemia sobra decirlo la situación que ha causado y eso ha repercutido en el retardo de los diagnósticos nuevamente ahora en el futuro que ya es en corto plazo, tenemos que generar esos esfuerzos para retomar esos lugares donde estábamos”, Paula Cabrera Galeana, jefa de oncología médica, INCAN.
Efectivamente muchas mujeres durante ese año no se hicieron su mastografía aun tocándose alguna lesión y están empezando a llegar en etapas más avanzadas”, dijo Betsabé.
Jennifer continuó su tratamiento a veces presencial, en la fundación de cáncer de mama, Fucam, asociación que otorga 60 mil consultas al año.
A pesar de que haya pacientes de que no puedan llevar todo el tratamiento aquí completo, la fundación procura encaminar a las pacientes a un diagnóstico y a veces ese diagnóstico les puede ayudar o facilitar a que entren a algún otro hospital de gobierno para el tratamiento de cáncer”, añadió Betsabé.
Fucam cuenta con un programa para cuando la autoexploración no arroja ninguna irregularidad. Con esta herramienta, 40% de los pacientes son detectados a tiempo
Lo ideal sería identificar mujeres que tengan unas lesiones que no se palpen es decir aquellas que identificamos mediante un estudio de imagen sin embargo son las menos”, concluyó.