Salud

¿Qué pasa con la vida sexual cuando se está en tratamiento por cáncer de mama?

Una educadora sexual recomienda a mujeres que pasaron por esta etapa entrar en contacto con su nuevo cuerpo y sentirse bien físicamente para no afectar su vida sexual y erótica.

Este 19 de octubre es el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, una enfermedad mortal que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2020, en todo el mundo, afectó la vida de 2,3 millones de mujeres, de las cuales 685,000 fallecieron.

Datos del organismo de Naciones Unidas, mencionan que por esta patología, a fines del mismo año, 7,8 millones de mujeres, que cinco años antes habían sido diagnosticadas, seguían con vida. Eso hace que este cáncer sea el de mayor prevalencia en el mundo. 

Vida sexual con cáncer

Esta ocasión abordaremos a la enfermedad desde una arista que tiene importancia en la vida privada de la mujer: su vida sexual al momento de ser diagnosticada y llevar a cabo un tratamiento contra el cáncer.

Para ello, Once Noticias buscó el testimonio de una paciente que está en remisión y la opinión de una educadora sexual, periodista y escritora, para conocer qué pasa con la vida íntima de las mujeres ante los tratamientos oncológicos que incluyen fármacos, cirugías, cirugías reconstructivas, radioterapias y quimioterapias.

En la ducha surgió un problema

Corría 2020, cuando un día que estaba en la ducha, Vicky Velázquez, quien es cosmetóloga y licenciada en nutrición humana, sintió una bolita en su seno derecho. Como su segundo hijo estaba por cumplir un año y ella, aún estaba lactando, creyó que uno de sus conductos de la leche estaba tapado. Pasaron los días y se dio cuenta que algo andaba mal.

“De ahí empecé las revisiones. Aún estábamos en plena pandemia, cuando fui descubriendo que no era leche. Estaba en un proceso de mi vida muy joven, tenía 34 años, mi bebé iba a cumplir un año y la grande tenía tres; imagínate dije ‘no manches, ¿cómo crees? mis hijos están bien chiquitos”, recuerda la entrevistada.

Su cáncer fue descubierto en estadio II y medía 3 milímetros; sin embargo, luego de la biopsia y del diagnóstico, el tumor creció hasta el grado que “brotaba” fuera del seno. Pese a ello, nunca dejó de trabajar.

¿Y su vida sexual?

Vicky reconoce que, al momento de saber que padecía cáncer, creyó que su vida sexual cambiaría porque las mamas “son parte de los órganos comprometidos” (durante las relaciones sexuales), pero cuando empezó a aceptar la enfermedad, su percepción cambió.

“Tuve quimios y radios, y cuando tienes el efecto de la quimio te sientes [terrible] y no sólo en el tema sexual. En lo personal, conforme pasaban los días, volvía a sentirme normal; de hecho, yo sí tenía relaciones sexuales normales, sólo cuando no, era luego de las radioterapias porque el seno se me quemó”, platicó a Once Noticias.

Vicky añadió que el apoyo de su esposo fue básico para salir adelante en el proceso y que tampoco pasó por su cabeza que él fuera a dejar de sentir deseo por ella.

Vicky sólo se sometió a una mastectomía parcial, ya que su oncólogo le dijo que, al ser muy joven, no valía la pena “mutilarla” porque tampoco era garantía que la enfermedad no regresara. Actualmente, está en chequeo cada cuatro meses, pero hoy en día se siente muy bien.

Pausa en la vida erótica

Para Verónica Maza Bustamante, educadora sexual, periodista y escritora, la vida sexual y erótica de las mujeres en estos procesos vinculados con el cáncer se trasforma. Esto puede suceder antes o cuando están en tratamiento.

“Ya de entrada se hace una pausa en la vida erótica de las mujeres porque obviamente están en este proceso de diagnóstico. Ya cuando éste es positivo se le da prioridad al tratamiento y cambia todo porque emocionalmente la mujer está enfocada en salir adelante y la vida erótica se deja en segundo plano”, dice en entrevista.

La experta explica que se debe entender al erotismo como parte de la sexualidad humana porque todos somos seres sexuados, a diferencia de lo que acontece con otros órganos del cuerpo humano donde el hombre no podría vivir sin corazón, sin riñón, sin pulmones y un largo etcétera.

“La parte erótica es algo que podemos estar sin ejercerla toda nuestra vida y no nos vamos a morir, pero es una parte importante de lo que nos conforma como humanos y donde está la vivencia de la alegría, el bienestar, es parte de nuestra existencia”.

Por otro lado, añade que un cáncer de mama o cervicouterino, van de la mano con lo que es la salud sexual. Y un cáncer de este tipo es un proceso largo, lento y doloroso, donde muchas veces las mujeres tienen que someterse a una cirugía para perder parcial o completamente su mama o mamas.

“Van a sentir que les falta algo. Cuando van a quimio o radio o a ambas, acaban desgastadas y con efectos secundarios donde se les cae el pelo, las cejas, las pestañas. Hay una debilidad y fármacos que pueden incidir en la respuesta sexual humana, que es la nos lleva a vivir el deseo, la excitación y el orgasmo”.

Señala que es contradictorio el propósito de los antidepresivos que se receta a una mujer para sobrellevar este duro momento porque, por una parte, se pretende apoyarla emocionalmente, pero por otro, el efecto de éstos impacta con la vivencia erótica, es decir, quita el deseo.

“Y es que vivimos en una sociedad donde se receta a diestra y siniestra antidepresivos y no se habla de que okey, lo haces para evitar depresión, pero no va a haber una vida erótica plena y eso va a hacer que la mujer siga deprimida”.

Otro punto que Maza Bustamante aborda es la confusión en cuanto al significado de erotismo y cómo impacta esa visión al momento de que una mujer debe comenzar a aceptar su nueva imagen.

“Se ven al espejo y ya no tienen pelo, cejas, pestañas ya perdieron una parte o sus dos mamas o adelgazaron, esto impacta y pasa que las parejas de esas mujeres ahora de dedican a cuidarle y se pierde lo erótico. El error es creer que lo erótico tiene que ser (cuestión) penetrativa, cuando esto es solo una parte de la vivencia erótica”.

Puntualiza que una mujer puede tener orgasmos de muchas maneras y no sólo por penetración.

¿Cómo cambiar esa concepción errada?

Recomienda que, una vez que esa mujer entre en proceso de recuperación, su pareja debe tratar de hacerla sentir bien habitando el cuerpo que ahora tiene. Incluso, si hay prótesis, no se debe creer que se deja de ser mujer.

“Tienen que entrar en contacto con su nuevo cuerpo ya sea que se quede tal cual o que busquen esta cuestión estética a partir de cirugías. Tienen que sentirse bien físicamente; sentir ya no tanta debilidad porque si no, no hay excitación”.

Otro consejo que Maza deja a mujeres en recuperación, es que no se pierda la comunicación con su pareja y así hablar de sus deseos sexuales.

“Muchas parejas creen que, cómo es que van a pedir a la paciente una vivencia erótica si ya pasó por ese tratamiento de quimioterapia, fármacos y radioterapia, y la mujer se pregunta cómo empezar desde cero. Se recomienda que se vaya poco a poco, se debe recuperar poco a poco la vivencia erótica”, finaliza la especialista.

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