Rusia inició este lunes 11 de enero los análisis clínicos de Sputnik Light, una vacuna de una sola dosis destinada a frenar más rápidamente el estallido de nuevas pandemias y los altos índices de mortalidad por el coronavirus.
Según informó el Centro Gamaleya, 150 voluntarios participarán en los primeros análisis de Sputnik Light en tres laboratorios de Moscú y San Petersburgo.
El Ministerio de Sanidad de Rusia autorizó el inicio de las pruebas para conocer la seguridad y protección inmunológica de la vacuna, proceso que se extenderá por casi un año y terminará a finales de 2021.
A diferencia de Sputnik V del Centro Gamaleya, que requiere dos inyecciones con un paréntesis de 21 días, Sputnik Light consistirá en una sola dosis.
El director del Gamaleya, Alexandr Gintsburg, explicó que la seguridad de la vacuna de una sola dosis está demostrada, pero su eficacia para su uso entre los mayores aún debe ser estudiada.
Además, dijo que la Sputnik Light servirá para reducir la mortalidad en situaciones en la que es imposible inocular las dos dosis necesarias para reforzar la inmunidad.
Y después de un tiempo ya se podrá recibir una segunda dosis. Nadie lo prohíbe y la Ciencia no está en contra”, señaló Alexandr Gintsburg.
El presidente ruso, Vladímir Putin, presentó a mediados de diciembre la Sputnik Light, cuya eficacia estimó en un 85%.
Con todo, se puede vacunar de golpe a decenas de millones de personas. También es una opción”, mencionó Vladímir Putin.
El objetivo, es maximizar el número de gente que tiene al menos inmunidad parcial, reduciendo potencialmente el número de casos graves y aliviando la carga a los sistemas de salud.
Por su parte, el presidente del Fondo de Inversiones Directas de Rusia (FIDR), Kiril Dmítriev, explicó que Sputnik Light está dirigida al mercado exterior.
Sputnik Light puede convertirse en una solución provisional y eficaz para muchos países que se encuentran en el pico de la enfermedad y quieren salvar el mayor número de vidas posible”, comentó Kiril Dmítriev.
Las dos dosis de Sputnik son administradas usando virus inactivos diferentes, conocidos como vectores, y algunos fabricantes rusos han descubierto que la producción de la segunda es menos estable, lo que está generando un superávit del primer componente.
El mes pasado, Rusia envió 300 mil viales de la Sputnik V a Argentina, su primer gran cargamento internacional de la vacuna.
El envío constó únicamente del primer componente, extraído del superávit de su lote.