Una injusticia le arrebató a su hija, una decisión errónea de los doctores le impidió a una joven de 28 años convertirse nuevamente en mamá.
El 29 de abril de 2018, Mitzi acudió al Hospital General La Raza para dar a luz a su hija Mildred. Hasta el 1° de mayo su fuente se rompió y así inició su pesadilla.
Mitzi fue víctima de violencia obstétrica, recuerda cómo los doctores le decían “usted todavía aguanta”, mientras esperaba un quirófano para que le realizaran cesárea.
Yo hice caso, me fui a la cama, el líquido seguía saliendo y esperaba que alguien fuera a auxiliarme y me dijera qué estaba pasando, pero nadie fue hasta el siguiente día”, relató Mitzi.
Pese a sus súplicas, Mitzi pasó casi tres días sin dar a luz. Los doctores se negaron a atenderla, hasta que uno de ellos se dio cuenta de que algo iba mal.
Me dijeron que mi bebé venía mal del corazón y yo les dije que no era verdad, porque me acababan de hacer un estudio un día antes de internarme. Y me dijeron: ‘señora es que ya se murió su bebé, es que ya no aguantó’”, explicó Mitzi.
Los doctores declararon que Mildred había muerto de asfixia.
Ellos juraban proteger la vida y a mi hija me la mataron. […] Falta de humanidad porque yo se los pedí, les pedí que me atendieran, apoyo a las enfermeras, doctores y nadie hizo caso”, dijo Mitzi.
Mitzi vivió violencia obstétrica, es decir, todo tipo de prácticas físicas o verbales que dañen a las mujeres durante el embarazo, parto o puerperio. Tales como medicar a toda costa, intervenir sin necesidad o maltratar física y verbalmente.
Va desde una humillación, denigración de la mujer hasta consecuencias graves, cuando se trata de una sobremedicación o patogenización”, detalló Francisco Hernández, fundador Lex Pro Humanitas.
Mónica y Adriana también padecieron maltrato durante sus partos.
Organizaciones sociales impulsan la iniciativa Mildred, con la que se busca que la violencia obstétrica se considere delito en todo el país.
Hoy sólo Veracruz, Guerrero, Estado de México, Chiapas y Puebla castigan esta práctica.
Estamos hablando de un delito que tiene cerca del 99% de impunidad”, dijo Francisco Hernández, fundador Lex Pro Humanitas.
La violencia obstétrica no es nueva, ha permanecido oculta durante mucho tiempo y representa una violación a múltiples derechos, tanto de la madre como del bebé.
En lugar de ser una experiencia linda de traer a un bebé es una experiencia muy fea y muy dolorosa”, refirió Mónica, víctima de violencia obstétrica.