El Instituto Mexicano del Seguro Social alerta que los calambres se pueden tratar de enfermedades crónicas.
El coordinador clínico de medicina interna del hospital general de zona “Troncoso“, doctor Gustavo Acevedo Steinmann, dijo que la presencia de este síntoma podría relacionarse con problemas de tiroides, trastornos renales o diabetes mellitus que alteran los electrolitos.
Explicó que un calambre se genera en cualquier parte del cuerpo debido a una alteración de electrolitos, como sodio, calcio y potasio, y su presencia puede ser desde una manifestación común en los músculos, hasta una alerta de un control inadecuado de enfermedades crónico-degenerativas.
“La recomendación acerca de los calambres es que si no se asocian a alguna actividad física como tal, es importante que acudan con su médico, a su Unidad de Medicina Familiar para que estudien alguna patología agregada”, exhortó.
Agregó que, si hombres o mujeres presentan calambres más de dos veces por semana sin ser provocados por fatiga muscular o falta de irrigación sanguínea, pueden ser una alerta importante para detectar padecimientos crónicos-degenerativos.
“Los calambres son muy dolorosos en la mayoría de los casos, aunque la intensidad del dolor varía dependiendo de la contracción, se pueden presentar en múltiples situaciones y la forma de solucionarlos normalmente es hacer un estiramiento pasivo de la extremidad, que consiste es extender de manera recta y sin mover la parte del cuerpo en donde está ocurriendo el malestar”, dijo Acevedo Steinmann.
Gustavo Acevedo Steinmann agregó que otro aspecto que debe considerarse es el sedentarismo, el cual lleva a la inmovilidad muscular e impide una adecuada circulación sanguínea y una oxigenación correcta de los músculos, además de que constituye un factor de riesgo para la obesidad.
También indicó que los calambres pueden presentarse a cualquier edad, sin embargo son más frecuentes a partir de la quinta década de la vida.
El especialista recomienda a los derechohabientes que presenten este padecimiento acudir a su unidad de medicina familiar, además de consumir alimentos ricos en potasio como jitomates, naranjas y plátanos, y mantenerse bien hidratados con agua simple.