El refrán “más vale prevenir que lamentar” debería aplicarse, con calidad de urgente, a la salud de las personas, coincidieron especialistas.
Y es que, en países como México y el resto de América Latina, las personas se atienden de alguna enfermedad cuando ya se encuentra avanzada, en lugar de atenderse con antelación.
La pandemia de COVID-19 fue un claro ejemplo de cómo si las personas se mantienen saludables, como medida preventiva, pueden ser menos propensas a presentar gravedad cuando pasan por la enfermedad causada por el virus SARS-COV2 y sus variantes.
De acuerdo con especialistas de la firma healthtech VivaWell, la causa del impacto de contagios no se debió sólo a falencias en atención del COVID-19, sino también a las condiciones preexistentes de enfermedades crónicas degenerativas en la población que agravaron la situación, como altos índices de obesidad, hipertensión o diabetes, y que no habían sido diagnosticadas o atendidas.
Por ejemplo, de acuerdo con el Modelo Preventivo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se trata de una estrategia prioritaria para prevenir que la enfermedad ocurra o para minimizar sus complicaciones.
El IMSS busca desplegar brigadas médicas hacia centros de trabajo y crear nuevos consultorios de medicina especializada que, apoyados por una Unidad de Inteligencia (esta concentrará los datos personalizados y un tablero electrónico de seguimiento), detecte a tiempo los potenciales riesgos de enfermedades crónicas.
Y es precisamente la tecnología una herramienta que puede ser utilizada en el tema de la salud preventiva.
Eduardo Iglesias, CEO de VivaWell, compañía que ofrece soluciones de salud integral para las empresas y sus colaboradores, asegura que la implementación de nuevas tecnologías facilita este modelo de salud.
“La información es la clave del conocimiento y en salud es esencial. Por eso, la implementación de herramientas de Inteligencia Artificial y Ciencia de Datos, permite recolectar datos, generar y analizar estadísticas sobre los pacientes y generar herramientas para conocer y monitorear constantemente su historial clínico, además de detectar a tiempo cualquier irregularidad para que los profesionales definan medidas correctivas”, comenta el ejecutivo.
Por ejemplo, las consultas virtuales pueden facilitar la atención, ya que los pacientes pueden permanecer monitoreados por su médico de manera constante y con ello evitar adquirir enfermedades o para tener un mayor control de ellas.
El estudio “Experiencia del Paciente Digital” revela que 89% de personas usuarias reconocen los beneficios del uso de la telemedicina y 46% de participantes en el estudio, apoya su uso en momentos determinados, inclinándose por un modelo híbrido.