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Terapia de luz láser es eficaz para mejorar memoria a corto plazo 

La terapia de luz láser no invasiva puede mejorar la memoria a corto plazo en las personas, hasta en 25%, así lo demostraron científicos de la Universidad de Birmingham, en Reino Unido, y de la Universidad Normal de Pekín, en China 

El tratamiento, denominado fotobiomodulación transcraneal (tPBM), se aplica en una zona del cerebro conocida como córtex prefrontal derecho. Esta zona está ampliamente reconocida como importante para la memoria de trabajo.  

El estudio

En su experimento, el equipo mostró cómo la memoria de trabajo mejoraba entre los participantes en la investigación tras varios minutos de tratamiento.

También pudieron seguir los cambios en la actividad cerebral mediante la monitorización del electroencefalograma (EEG) durante el tratamiento y las pruebas. 

Estudios anteriores han demostrado que el tratamiento con luz láser mejora la memoria de trabajo en ratones y los estudios en humanos han demostrado que el tratamiento con tPBM puede mejorar la precisión, acelerar el tiempo de reacción y mejorar las funciones de alto orden, como la atención y la emoción. 

Sin embargo, este es el primer estudio que confirma una relación entre la tPBM y la memoria de trabajo en humanos. 

“Las personas con afecciones como el TDAH trastorno por déficit de atención e hiperactividad u otros trastornos relacionados con la atención podrían beneficiarse de este tipo de tratamiento, que es seguro, sencillo y no invasivo, sin efectos secundarios”, explicó Dongwei Li, estudiante de doctorado visitante en el Centro de Salud Cerebral Humana de la Universidad de Birmingham y coautor del artículo.

Los investigadores aún no saben con exactitud por qué el tratamiento produce efectos positivos en la memoria de trabajo, ni cuánto duran los efectos. Está previsto que se realicen más investigaciones sobre estos aspectos. 

Por su parte, el profesor Ole Jensen, también del Centro para la Salud del Cerebro Humano, dijo que es necesario seguir investigando para entender exactamente por qué el tPBM tiene este efecto positivo. 

“Pero es posible que la luz esté estimulando los astrocitos -las centrales de energía- en las células nerviosas dentro del córtex prefrontal y que esto tenga un efecto positivo en la eficiencia de las células. También investigaremos la duración de los efectos”, expuso

Asimismo, señaló que está claro que, si estos experimentos han de conducir a una intervención clínica, “tendremos que ver beneficios duraderos”.

¿Qué es la memoria a corto plazo? 

La memoria a corto plazo (MCP) se puede definir como el mecanismo de memoria que nos permite retener una cantidad limitada de información durante un periodo corto de tiempo.  

La memoria a corto plazo retiene temporalmente la información procesada, tanto si luego se desvanece, como si después pasa a la memoria a largo plazo.

Así, la memoria a corto plazo tiene dos propiedades principales: una capacidad limitada y una duración finita. 

Capacidad de la memoria a corto plazo

Si se te pide que recuerdes una serie de 10 dígitos, lo más probable es que recuerdes entre 5 y 9 números. Esto es porque la cantidad de información que puede retener la memoria a corto plazo es de 7 elementos con una variación de 2, por exceso o defecto. Naturalmente, la capacidad de la MCP es ligeramente variable, por lo que hay personas con una capacidad aún mayor o menor.

También puede variar en función del material que se ha de recordar (se ve afectada por la longitud de las palabras, la relevancia emocional de los estímulos y otras diferencias individuales).

Además, si se elabora o agrupa la información (chunking), la cantidad de elementos que podemos recordar aumenta. Por ejemplo, a la hora de recordar un número de teléfono, podemos agrupar los dígitos en parejas o tríos de dígitos. 

Duración de la memoria a corto plazo

Es la cantidad de tiempo que podemos retener los dígitos o la información no es infinita. Nuestra memoria a corto plazo puede mantener la información hasta 30 segundos.

No obstante, podemos ampliar el tiempo que permanece la información en nuestra MCP si la repetimos constantemente o la dotamos de significado (por ejemplo, identificar como el número pi el conjunto de dígitos “3 – 1 – 4 – 1 – 5 – 9…”). 

La memoria a corto plazo actúa como una de las puertas de acceso a la memoria a largo plazo, o como un “almacén” que nos permite retener información que no necesitaremos en un futuro, pero que necesitamos en el momento.

Esto implica que un daño en la MCP puede dificultar la adquisición de nuevos recuerdos en la memoria a largo plazo. 

Si se daña exclusivamente la memoria a corto plazo, perderemos la capacidad de retener información durante el corto periodo de tiempo en el que trabaja.

Así, no podríamos comprender las frases de una longitud determinada y, por supuesto, nos perderíamos en el transcurso de la conversación. 

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