Las enfermedades mentales pueden originar problemas en la piel, pero también las enfermedades de la piel podrían ser causantes de algún trastorno mental.
Así lo explicó el doctor Alejandro Nenclares, gerente médico para la línea de Sistema Nervioso Central en laboratorios Pfizer México, quien platicó con Once Noticias y aseguró que existe una relación bidireccional tanto en padecimientos dermatológicos como mentales.
El especialista dijo que por ejemplo, las personas que padecen de acné pueden tener daño severo en la autoestima, complejos, sentimientos de minusvalía y están en riesgo de una depresión.
Otro ejemplo de afectaciones dermatológicas causadas por algún padecimiento mental o nervioso, es el estrés. Incluso, el experto señaló que no se trata de algo privativo de las grandes ciudades como la de México, sino también se da en zonas rurales.
“El estrés puede venir de cualquier parte, puedo vivir en la ciudad más tranquila pero mi ambiente familiar puede ser estresante. Los que vivimos en las grandes urbes estamos mas propensos al estrés, pero no significa que alguien en ambiente rural no tenga estresores, sino son diferentes, porque alguien en el campo puede estresarse por las consecuencias de que no haya lluvia, y por lo tanto no pueda cosechar.
Agregó que el estrés es un factor que en muchas personas dispara manifestaciones dermatologicas, dispara síntomas muy claros como dermatitis que está íntimamente ligado en pliegues de codos, pabellón auricular.
Al respecto dijo, es necesario acudir al médico y “éste debe descartar infecciones por hongos, alergia a detergente o jabón, y al hacerlo sucede que el ambiente en casa está terrible porque hay violencia intrafamiliar y nos damos cuenta que eso es la causa de un estrés o depresión que desencadena la enfermedad dermatológica“, ejemplifica el doctor Alejandro Nenclares.
El médico dijo que la prevalencia depende de qué tipo de enfermedad mental ocurra, pero la mayoría empieza en etapas de adultez temprana cuando uno es más productivo entre los 18 a 40 años, pero también en etapas tardías.
Nenclares explicó que es necesario que tanto los síntomas de una enfermedad mental, cómo los de alguna dermatológica sean tratados de manera integral, pues no se puede tratar sólo una parte.
Por ejemplo, el dermatólogo que detecta un origen emocional, tiene que referir al especialista en salud mental, y los psiquiatras cuando ven manifestaciones dermatológicas severas, deben también apoyarse en el especialista en dermatología.
El gerente médico para la línea de Sistema Nervioso Central en laboratorios Pfizer México, comentó que desafortunadamente no están preparados la mayoría de los especialistas, pues existen estigmas en las enfermedades mentales.
El otro problema, dijo el doctor Nenclares, es que los dermatólogos normalmente se dedican a medicina estética y no a la dermatología clínica.
“Por ejemplo, los pacientes con trastorno obsesivo compulsivo que piensan que tienen las manos sucias y se lavan y lavan las manos hasta que se dañan la piel. En ese caso el dermatólogo si no interroga el origen de esta conducta, el paciente no va a mejorar”, añadió.
Añadió que el problema viene desde la formación en las escuelas de medicina, pues los programas dan poca importancia al área de salud mental, y muchos programas académicos sólo tienen tres o seis meses de formación y desconocen la coexistencia entre la salud mental y la dermatológica.