La vacunación contra el virus de papiloma humano (VPH), la detección oportuna y el tratamiento contra este virus previenen hasta 90% el desarrollo de cáncer de cuello uterino, así lo señalan especialistas.
En el marco del Día Nacional de la Lucha Contra el Cáncer Cervicouterino, que se conmemora este 9 de agosto, Eder Alexandro Arango Bravo, jefe del Departamento de Educación en Salud del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), resaltó que la vacuna contra el VPH es el principal eslabón dentro de la prevención primaria del papiloma.
Precisó que el biológico, que se aplica en una dosis a niñas de 9 a 10 años, brinda protección contra los subtipos de los virus más frecuentes (16-18), y por consecuencia, previene lesiones premalignas y malignas del cuello uterino.
El especialista explicó que el VPH se trasmite por contacto directo con piel y mucosas genitales o líquidos corporales infectados, al tener relaciones sexuales, incluidas las orales.
Arango Bravo explicó que, de 70 a 90% de las infecciones por VPH, son asintomáticas y se resuelven de forma espontánea en uno a dos años, sin embargo, aquellas que son persistentes, de alto riesgo y sin tratamiento, pueden progresar a carcinomas en la zona afectada.
Prevención, detección y tratamiento
El especialista del INCan resaltó que, para prevenir y detectar lesiones precancerosas y cáncer de cuello uterino, es necesario vacunarse y realizarse la prueba de Papanicolaou, en la que se recolectan células del cuello uterino y se envían a laboratorio para análisis.
Cuando se detecta un problema en etapa temprana, el éxito del tratamiento es de 90%, ya que generalmente se trata de tumores pequeños, de menos de cuatro centímetros, confinados al cérvix, que pueden retirarse con cirugía.
El también jefe del Departamento de Educación en Salud del INCan, indicó que, en pacientes con una enfermedad más avanzada, la combinación de quimioterapia y radioterapia es la mejor opción de tratamiento, con un éxito terapéutico de entre 50 y 80%.