El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció una nueva etapa de las relaciones con Irak que incluye el fin de operaciones de combate. Al mismo tiempo, continuará la cooperación en seguridad, que incluye el entrenamiento al ejército iraquí y compartir información de inteligencia contra el terrorismo en ese país.
Apoyamos fortalecer la democracia en Irak y estamos ansiosos de que la elección se realice en octubre. También estamos comprometidos a nuestra cooperación en seguridad; nuestra lucha compartida contra el Estado Islámico; nuestra cooperación antiterrorista seguirá a pesar de esta nueva era de la que hemos hablado”, indicó el mandatario estadounidense.
Biden hizo estos anuncios al recibir en la Casa Blanca, al primer ministro iraquí Mustafa al Kazimi.
Explicó que el papel del ejército estadounidense en Irak sería entrenar y ayudar a las fuerzas iraquíes contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI), sin dar un cronograma o elementos concretos sobre el número de efectivos.
Nuestra relación es más sólida que nunca”, dijo Kazimi, quien llegó a Washington para buscar una señal política que le permita consolidar un poco su muy precaria posición, tres meses antes de las elecciones legislativas.
A la cabeza de un país devastado por la corrupción, la pobreza y la pandemia de coronavirus con más de 12 mil casos en las últimas 24 horas, Kazimi se debate entre el aliado estadounidense y las poderosas facciones pro Irán.
De hecho, los expertos no esperan ningún cambio importante, ya que la presencia militar estadounidense en Irak ya no se considera una fuerza de intervención activa.