El inicio de este 2024 ha estado marcado por un constante aumento en las temperaturas. Se han detectado zonas del país como Nuevo León, Tamaulipas, Jalisco, Morelos, Oaxaca o Yucatán, donde los termómetros han superado los 40 grados centígrados.
Alrededor del mundo la situación no parece variar, pues de acuerdo con servicios de vigilancia climática en la Unión Europea, marzo de 2024 ha sido catalogado como el más cálido en el ámbito mundial que cualquier anterior que se tenga registrado.
Es bien sabido que algunas personas señalan que el calor “los pone de mal humor”, por lo que es inevitable preguntarse si el aumento de las temperaturas influye en la dinámica social del ser humano.
Calor y violencia… ¿están relacionados?
Aunque en primera instancia, el calor y la violencia no parecen tener relación aparente, hay estudios que demuestran que las altas temperaturas pueden modular regiones cerebrales encargadas de regular el estado de ánimo, incluyendo las conductas agresivas y depresivas.
El año pasado, el Yale Journal of Biology and Medicine, a través el Centro Nacional para la Información Biotecnológica de Estados Unidos, difundió una investigación que demuestra la relación entre ambos factores.
En el estudio titulado ‘Asociación positiva de la agresión con la temperatura ambiente’, revela que “el riesgo general de muerte por agresión aumenta 1.4 % por cada grado de incremento en la temperatura ambiente, especialmente en hombres, adolescentes y personas con menor nivel educativo”.
Destaca que el estrés por calor puede incrementar la irritabilidad y el comportamiento agresivo al afectar los procesos cognitivos y la actividad de neurotransmisores en el cerebro. Además, cuando se incrementa la interacción social durante los meses más cálidos, suelen aumentar los episodios violentos.
Por su parte, Mario Alberto Arias García, académico de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explica que “cuando la temperatura se incrementa, se modula la funcionalidad del hipotálamo, el cual se divide en dos partes: la dorsal, encargada de la sensación de temperatura, y la ventral, que regula las emociones, especialmente de la conducta agresiva”.
“Para algunas personas que ya tienen un perfil con problemas de agresión, la temperatura puede desencadenar este tipo de comportamientos. De hecho, estudios demuestran que incluso un alza de un grado puede generar un aumento de hasta 5% en la tasa de violencia”, argumentó el académico.
Aumento de violencia de género por altas temperaturas
Una investigación publicada en 2018 en la revista Science of the Total Environment, realizada en España, revela, en este mismo tenor, que las olas de calor incrementan el riesgo de casos de violencia de género.
Para llegar a esta conclusión tan tajante, los investigadores tomaron en cuenta los asesinatos y denuncias por violencia de género, así como las denuncias telefónicas en la Comunidad de Madrid, registradas entre mayo y septiembre, en el periodo de 2008 a 2016. Además, determinaron que a partir de 34 grados Celsius, ya se puede hablar de una ola de calor.
Con este contexto, el estudio arroja que el riesgo de que una mujer sea asesinada por su pareja o expareja, aumenta 28.8%, tres días después de que inicia una ola de calor; las denuncias por violencia de género incrementan 1.7% un día después de alcanzar los 34 grados de temperatura, y las llamadas de emergencia suben 1.4%, cinco días después de iniciado el periodo de calor.