La Tarjeta de Movilidad Integrada es el plástico que permite ingresar a toda la red de transporte público en la capital del país. Fue a inicios de 2020 que Ciudad de México se unió a la tendencia global de las tarjetas inteligentes de transporte o smart cards que buscan simplificar la movilidad urbana.
Cada Tarjeta de Movilidad Integrada funciona con una tecnología similar a la que utilizan en ciudades como Quebec, Hong Kong, Londres, Lisboa, Venecia y París.
A diferencia de los plásticos que ya han salido de circulación, pero anteriormente eran utilizados por sistemas de transporte como el Metro o el Metrobús, la Tarjeta de Movilidad Integrada es multimodal, es decir, permite el pago y recarga en servicios de transporte distintos:
- Metro
- Metrobús
- Tren ligero
- Red de Transporte de Pasajeros (RTP)
- Corredor cero emisiones
- Ecobicis
- Cablebús
- Mexibús
¿Cómo funciona la Tarjeta de Movilidad Integrada?
Las tarjetas, con un costo de $15 pesos, pueden adquirirse en las máquinas automáticas del sistema de movilidad integrada de Ciudad de México. El saldo máximo no podrá exceder los $120 pesos y tendrá una vigencia de 300 días naturales.
El viaje cubre un sólo sentido, en caso de que las plataformas estén separadas o no sean las estaciones de transbordo, si se abandona la plataforma o se cruza torniquete, será necesario pagar un nuevo viaje.
El transbordo debe de ser entre líneas, y se cuenta con 2 horas a partir del primer ingreso al sistema.
Los plásticos cumplen con todas las especificaciones y estándares de calidad ISO, pues tienen entre sus características altos sistemas de seguridad, como llaves electrónicas y candados compatibles en los lectores.
Uno de los objetivos primordiales de la Tarjeta de Movilidad Integrada es reducir el uso de dinero en efectivo para agilizar el abordaje y la salida de pasajeros en paradas, estaciones, plataformas y andenes. Por ello funciona mediante las máquinas automáticas del sistema de movilidad integrada recargando electrónicamente el plástico que funciona sin hacer contacto directo con los sensores de entrada.
Según la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México (Semovi), clonar esta tarjeta es virtualmente imposible. Sin embargo, antes de su introducción definitiva se decomisaron más de 20 mil plásticos apócrifos con saldo recargado de manera ilegal.
La manera más sencilla para evitar fraudes, es adquirir la tarjeta únicamente en taquillas del Metro o en las máquinas automáticas.