
Durante la marcha del 2 de octubre, en la que participaron cerca de 10 mil personas para conmemorar a los estudiantes masacrados en 1968, un grupo de alrededor de 350 encapuchados agredió a policías de la Ciudad de México con artefactos explosivos y objetos contundentes, así como disturbios en el Centro Histórico.
El secretario de Gobierno capitalino, César Cravioto, afirmó que los encapuchados buscaron provocar actos de represión que no ocurrieron gracias a la actuación de la policía.
“Hoy vimos más de 350 personas encapuchadas; la gran mayoría de los más de 10 mil asistentes acudió a conmemorar. Algunos quisieron que hubiera represión, pero se quedaron con las ganas gracias al aguante y entereza del cuerpo policíaco”, declaró.
Por su parte, el secretario de Seguridad Ciudadana de la CDMX, Pablo Vázquez Camacho, detalló que entre los objetos empleados se encontraron cohetones, bombas Molotov, piedras y estructuras de madera utilizadas como arietes incendiados para lanzarlos contra los elementos de seguridad. También se detectó el uso de herramientas para abrir comercios.
El funcionario informó que, además, se registraron saqueos y daños en joyerías, tiendas de abarrotes y otros negocios del Centro Histórico.
Hasta el momento, se reporta la detención de una persona por robo a una joyería, mientras que las investigaciones continúan para identificar al resto de los responsables.
“Las investigaciones se van a centrar en quienes cometieron delitos. No investigamos manifestantes, buscamos que la gente se exprese libremente, pero sí actuamos contra quienes cometen delitos, en coordinación con la Fiscalía”, puntualizó Vázquez Camacho.