Doña Felipa recibió la primera dosis de la vacuna AstraZeneca.
Y como el resto de los más de 14 mil adultos mayores inmunizados en Milpa Alta, retomó sus actividades.
La vacuna es para que estemos seguros con esta enfermedad y me siento tranquila, me siento con ganas de trabajar”, María Felipa Reyes, habitante de Milpa Alta.
Para ella y muchas otras mujeres, dejar de trabajar en la pandemia, no ha sido una opción.
Para mis necesidades, y entonces, el no trabajar, pues… Ahora sí que yo me mantengo, soy viuda”, añadió Doña Felipa.
Mucha gente que hace suéteres para vender, que hace costuras, entonces, sí me sentía un poco triste, porque mucha gente me preguntaba, me buscaba, es que necesito esto, para poder trabajar en sus casas, entonces, sí me sentía un poco indispensable para otra gente”, Marisela Cruz, adulta mayor vacunada.
El año pasado, tres familiares de Rosa María enfermaron de COVID y sus hijos le pedían que dejará de trabajar.
Ahora, con la protección de la vacuna, la tranquilidad regreso al hogar.
Están contentos y están felices porque como yo soy la cabeza de la familia, entonces, ya estoy más protegida, más segura, para pues todos mis hijos, mis nueras, mis nietos”, Rosa María Saucedo.
Lo importante es no bajar la guardia…
Saliendo de aquí, pues al domicilio, no salir a ningún otro evento, nada. Nada más de la casa al trabajo”, Marisela Cruz, habitante de Milpa Alta.
Ya tenemos la primera dosis, falta la segunda, pero estamos muy bien”, agregó Rosa María Saucedo.