Navidad, época en que las familias mexicanas tienen como opción adornar con árboles naturales las casas, negocios y oficinas.
Al sur de la Ciudad de México, en Xochimilco, está el mercado Madre Selva, lugar que ofrece una gran variedad de especies como árboles de navidad, pinabete, oyamel, picea y pino ayacahuite.
Para apoyar el medio ambiente y su posterior reciclado, los productores del campo ofrecen estos árboles con maceta.
Éstas son las bases que se manejan para el árbol navideño, el tronquito entra aquí y ya la parte que queda en el exterior al lado es para que le pongan hielo o agua muy helada y su árbol navideño les dure más, entonces aquí se mantiene hidratado y se mantiene mas tiempo fresco”, Jazmín Romero, productora de Madre Selva.
Cada año, a nivel mundial se calcula que se talan más de 15 millones de árboles, sobre todo en esta época.
Los productores de Puebla se concentran en uno de los mercados más grandes al sur de la Ciudad de México para vender estos árboles navideños.
Ahora en temporada navideña se maneja la cedela que es de esta variedad, el chimacinpar planchado y el chimacinpar común, son tres variedades que se manejan en esta temporada navideña y esos son de raíz, si se pueden plantar en una maceta en una tina en una cubeta, pero siempre y cuando la tina tenga agujeros abajo para que tenga respiración”, Gregorio, productor de Madre Selva.
Desde hace más de 25 años existe una de las grandes reservas forestales en Manantial, Puebla.
Desde ahí y otras regiones se corta gran parte de estos árboles frescos.
Tenemos plantas de ornato, árboles de nochebuenas, plantas carnívoras, plantas de sol y sombra, piedra, tierra, pasto, macetas”, Ana Reyes Romero, productora.
En esta época, productores y locatarios ofrecen precios accesibles desde 400 a mil 200 pesos para comprar un árbol de navidad mexicano o alguna planta.
Que estén económicos y que estén frondosos y bonitos. Vamos llegando y nos están dando los precios ahorita”, Mary Carmen Ibarra, consumidora.
Vine a comprar mis nochebuenas, suculentas y plantas de colgar para la casa, también la tierra”, María Jacobo, consumidora.
El compromiso de los productores es que por cada uno que se corta, hay que sembrar uno nuevo.