El tributo, homenaje, halago y agasajo para las madres de México fue para muchas inolvidable.
Algunas festejaron con un desayuno de altura en el piso 41 de la Torre Latinoamericana donde el postre y la vista de la ciudad fue gratis.
“¿Le digo mis regalos? Desde anoche empezaron con una serenata, una cobija, unos aretes, dinero”, dijo Josefina.
“¿Nos lo merecemos? Claro que sí, pues porque nosotras las mamás hemos dado mucho por nuestros hijos y merecemos ser reconocidas”, señaló Ivonne.
Araceli representa el otro lado de la moneda. Madre de seis hijos y desde hace más de 30 años bolea zapatos.
“¿Hoy es día de las madres? Si, pero pues ahorita ya no lo tomamos mucho en cuenta porque por la necesidad nos obliga a tener un peso pues ya no es de festejar porque la situación de la economía es muy difícil ya ve que todo subió”, puntualizó Araceli.
En la Plaza Garibaldi, el sonar de las guitarras y trompetas anunciaba que el festejo iba para largo.
“Muy felices muy contentas por estar con nuestros hijos y tener unos hijos como ellos”, comentó María de la Luz.
A unos metros Enriqueta y Anabel, madre e hija, se dieron el gusto, porque, afirman, la vida es corta.
“Muchas emociones y a la vez tristeza porque nos faltan familiares, pero la vida sigue, el show continúa ahorita ella y yo mi hija y yo estamos contentas estamos festejando”, dijo Enriqueta.
“Feliz día de las madres”.