Arturo Jiménez tiene una singular labor que, para muchos, podría ser un arduo trabajo. Llegó muy temprano a la zona arqueológica de Tlatelolco, para capturar a una gata que suele visitar las ruinas.
Le avisaron desde hace algunos días para que pudiera ir por ella, porque, aunque en la zona existe un control de gatos callejeros, siempre hay alguno que se escapa.
Con herramientas en mano y una destreza de cazador, en menos de 15 minutos, la minina estaba segura en las manos de Arturo, quien es director de Gatos Pingos AC, una asociación que rescata y atiende a los felinos maltratados por su situación de calle.
Fue muy rápido porque sólo era una gatita y ya conocemos esta zona, aquí hemos hecho muchas intervenciones para controlar las comunidades ferales. Es interesante, porque aquí mucha gente suele adoptar a los animales”, comentó Arturo Jiménez.
Posterior a la captura, la llevaría a su asociación para esterilizarla y tratarle una herida en su ojo derecho.
“No sabemos qué le pasó, tiene una fuerte infección y tienen que checarla, aunque no sabemos si perdió su ojito, lo tiene muy lastimado”, expresó en tono preocupado.
En esta enorme metrópoli nadie es ajeno o ajena al maltrato, cuidado y atención de las poblaciones ferales de gatos en la Ciudad de México.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), hasta 2018, reveló que 7 de cada 10 hogares cuentan con una mascota, en México. Además, es el país con el mayor número de perros en América Latina.
Sin embargo, no existe un censo que capture información sobre animales callejeros, sólo algunas estimaciones, por ejemplo, de los 23 millones de perros y gatos, el 70% se encuentran en situación de calle.
Además, no hay datos específicos sobre gatos, que suelen ser mascotas que sufren mayor abandono por parte de las personas.
Los gatos suelen padecer mayor rechazo y abandono. La gente los deja salir, no les pone placas y están sometidos a muchos peligros. Por otro lado, tenemos a las poblaciones ferales, a las cuales hay que atender desde una perspectiva amplia y de control, con un método que resuelva el problema a largo plazo. Esa es nuestra ardua labor”, dijo Arturo Jiménez en una conversación con Once Noticias.
Gatos Pingos AC es una asociación civil que surgió hace 11 años.
Somos dos personas y tenemos gente que nos apoyan, por ejemplo, tenemos una médica veterinaria o gente que nos ayuda a cargar las trampas. Lo que nos llevó a realizar este trabajo fue el amor a los animales”, explicó.
El director de la asociación descartó que laboren como albergue, sino que ellos atienden a animales en situación de calle y, principalmente, a comunidades ferales, es decir, gatos que no ha tenido contacto humano. En la ciudad, por ejemplo, su contacto es sólo por el alimento, su velocidad de reproducción es asombrosa y no son adoptables.
La Asociación trabaja por medio del método TNR (por sus siglas, en inglés) que significa Captura-Esteriliza-Devuelve. Es un método efectivo para controlar el crecimiento de las poblaciones ferales de gatos.
Entre los beneficios de este método se encuentra la estabilización del tamaño de la colonia felina, ya que se detiene la reproducción. También se controlan y reducen los comportamientos relacionados a las conductas propias del celo y que suelen considerarse molestos, para los seres humanos, y que ponen en riesgo a los felinos como peleas, vocalizaciones excesivas y el marcaje del territorio a través de la orina.
El método TNR empezó con perros, pero nosotros trabajamos sólo con gatos, porque la captura de perros es distinta. Nos asesoramos y nos capacitamos, para llevar a cabo este método con los felinos. Lo adaptamos a las necesidades del contexto del país, a la economía y a la ciudad, porque existen condiciones específicas”, explicó Arturo Jiménez.
Durante la charla, Arturo manifestó que la gente los busca cuando ya hay situaciones complicadas de maltrato o abandono. Su método de atención y trabajo, se basa en la planeación colectiva.
“Planeamos el trabajo con la gente que nos busca. Hacemos todo in situ y ahí hacemos las capturas y esterilizaciones. La idea siempre es capturar entre el 70 y 80% de los gatos, para lograr un control de la colonia. Además, les damos seguimiento, les hacemos una ‘muesca’ (un corte recto en la punta de su oreja izquierda) que es un símbolo universal de esterilización”, detalló.
Arturo Jiménez destacó que una colonia controlada tiene muchos beneficios, para los seres humanos y para los animales, asimismo, destacó que debe existir mayor información para adoptar y comprometerse con el cuidado de las mascotas.
Los gatos ferales, por ejemplo, son adoptables siempre y cuando sean cachorros. Una vez que se adoptan, debe estar en cuarentena y no tener contacto con otros gatos, para verificar si tiene alguna enfermedad. Hay que llevarlos al médico veterinario, para que comiencen lo antes posible su atención veterinaria”, exhortó.
Gatos Pingos AC trabaja en la Ciudad de México, aunque también va a todo el país como museos, centros penitenciarios o unidades habitacionales.