A 54 años de la matanza del 2 de octubre, el Gobierno de Ciudad de México y la Fiscalía Capitalina lanzaron una convocatoria para que quienes hayan sido víctimas o testigos de las torturas y vejaciones que ocurrieron en el centro detención, donde hoy está situada la Plaza Tlaxcoaque, denuncien los hechos.
“Quiero hacer público y reitero, el llamado a quien haya sido víctima de crímenes del pasado reciente para que nos tengan confianza y denuncien esos hechos. Tengan la seguridad que estamos realizando investigaciones serias, garantistas, con enfoque de derechos humanos y en el marco del Derecho Internacional de los Derechos Humanos”, dijo Ernestina Godoy, fiscal general de Justicia de CDMX.
La jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, informó que este lugar ya está clausurado por la Fiscalía, con el fin de asegurar su inalterabilidad y permanencia como sitio de memoria forense para las investigaciones que se iniciarán a partir de los testimonios que se reciban.
“La Fiscalía General de Justicia abrió una carpeta de investigación para recabar testimonios, información y evidencias que permitan llevar a cabo las investigaciones correspondientes para la búsqueda de justicia a las víctimas que sufrieron detenciones arbitrarias, tortura u otras vejaciones en Tlaxcoaque”, señaló Claudia Sheinbaum.
Esta convocatoria para recopilar testimonios de víctimas, sobrevivientes y familiares para la construcción de una memoria colectiva se realiza en coordinación con el mecanismo de esclarecimiento histórico de la comisión de la verdad del Gobierno de México, a cargo del subsecretario, Alejandro Encinas.
“En todos los casos, independientemente de las resistencias que se presenten, vamos a continuar y vamos a ir a fondo para esclarecer lo mismo los hechos de la guerra sucia, que la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa”, puntualizó Alejandro Encinas.
Como una acción que busque la no repetición, la jefa de gobierno renombró la plaza Tlaxcoaque bajo el nombre de plaza de la memoria.
Recordemos que, tras la etapa de la guerra sucia, Tlaxcoaque fue utilizado como un centro de separos y una cárcel clandestina, donde eran llevadas todo tipo de personas sin órdenes de aprehensión.
El caso más recordado fue en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, cuando elementos de un grupo paramilitar denominado, dirección de inteligencia, liderado por Miguel Nassar Haro, secuestraron a un grupo de niñas de una clínica del Estado de México, las mantuvieron incomunicadas y torturadas durante varios días en los sótanos de Tlaxcoaque de esos hechos tuvo conocimiento el entonces procurador del entonces Distrito Federal, Ignacio Morales Lechuga, quien dejó en libertad a los secuestradores.
