Son 163 días que se inició el paro académico-estudiantil en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) debido a la violencia de género. Desde entonces las estudiantes iniciaron una resistencia que ha sido larga, aunque con logros que se han establecido como posibilidades de cambio para atender la violencia hacia las mujeres y para tener espacios académicos libres y seguros.
El paro se ha mantenido debido a la justa preocupación por parte de alumnas y alumnos, por estudiar en una Facultad donde la violencia machista contra las mujeres deje de ser normalizada y sea atendida con eficacia”, se lee en una carta que expone la situación firmada por la colectiva Mujeres Organizadas de la Facultad de Arquitectura (M.O.F.A).
M.O.F.A, las colectivas Femis FA y Cidis Fems publicaron en sus redes sociales los acuerdos que pactaron con las autoridades universitarias, luego de una reunión que sostuvieron el pasado 30 de agosto, con el director de la Facultad de Arquitectura, Ignacio del Cueto Ruiz-Funes y con miembros de la Dirección.
Se establecieron algunos acuerdos de relevancia, por ejemplo, una reunión mensual para revisar los avances del pliego petitorio y del paro por violencia machista, que se realizará el último lunes de cada mes y al menos 2 semanas de reajuste antes de regresar a las actividades académicas.
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Estos acuerdos fueron leídos durante la Asamblea que se llevó a cabo el 31 de agosto. Asimismo, las M.O.F.A publicaron la carta que enviaron el pasado 27 de agosto a Enrique Graue Wiechers, rector de la UNAM, a Leonardo Lomelí Venegas, secretario General, y a la Comisión para la Igualdad de Género, dirigida por Diana Tamára Martínez.
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M.O.F.A sostiene que la violencia de género no es un hecho que sucede sólo en este plantel universitario, aunque es la única Facultad en paro por estos motivos.
Denuncian que a lo largo de estos meses han realizado tres votaciones para consultar a la comunidad estudiantil y en todas persiste la inconformidad ante las respuestas de las autoridades “que ha mostrado falta de compromiso para atender la violencia”.
Además, criticaron que si la nueva dirección de la Facultad asegura tener como eje principal la perspectiva de género, “¿cuál es el propósito de incluir este eje de género si los académicos no asumen la violencia que han ejercido, si no han recibido la capacitación, sino muestran sensibilización y si se abstienen de realizar la autocrítica necesaria?”.
Asimismo denunciaron que la Oficina Jurídica archivó las denuncias y no las clasificaron bajo la perspectiva de género, por lo que el titular y la suplente entorpecieron los procesos e impactaron en las resoluciones que encubrieron y protegieron a los agresores que además se blindaron con amparos de los contratos sindicales.
Por todo ello, exigen una pronta resolución y que se eliminen o modifiquen “los lineamientos legales que entorpecen las sanciones correspondientes a los agresores”.
Manifestaron además que están al tanto de la remoción de Iván Ruiz, director del Instituto de Investigaciones de Estéticas (IIE), debido a sus comentarios que hacían apología del feminicidio, por lo que pidieron la destitución y expulsión de todos los agresores que forman parte de la UNAM.
Entre otras cosas piden un presupuesto de género para realizar acciones y programas de prevención y erradicación de las violencias hacia las mujeres dentro de la Universidad.
No se puede llamar ‘Máxima Casa de Estudios’ a una institución que permite que sus estudiantes, académicas y trabajadoras sean violentadas. […] Exigimos que los agresores estén fuera de la UNAM”, concluyeron.
Algunos logros de las estudiantes
En sus redes sociales las M.O.F.A compartieron algunos logros que han conquistado a raíz de la resistencia en estos 6 meses. Entre ellos destacan los renombramientos de algunos espacios de la Facultad con nombres de mujeres precursoras de sus disciplinas. Los primeros son: Biblioteca Lilia Guzmán y García, Teatro Estefanía Chávez Barragán, Galería María Luis Dehesa y Sala estudiantil María Constanza Cervera Gómez.
Otros de los logros fue la creación del Programa Integral de Atención y Apoyo Psicológico (PIAAP) conformado por tres psicólogas que recibirán el 10% de aumento en su salario.
Otro de ellos fue la creación de la Unidad de Atención a Denuncias por Violencia de Género (UNADVG-FA), que será una sede de Defensoría de las Derechos Universitarios y que llevará los procesos de denuncias formales al interior de la Facultad.
Además, lograron que se impidiera que académicos con quejas formales y mediáticas fueran tutores del servicio social para impedir el contacto con el alumnado.
Se suman otros como la solicitud de la Tabla de Transparencia para conocer las estadísticas de las quejas y la creación de un seminario feminista de titulación transdisciplinar.
Hoy darán a conocer los resultados de la consulta para decidir si se levanta o no el paro que se sostiene desde el 22 de marzo, luego de reunir denuncias y testimonios por violencia de género perpetrada por docentes y académicos.