Después del banco de niebla presentado esta mañana, se regularizaron operaciones de aterrizaje y despegue en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
El AICM solicita acercarse directamente a las aerolíneas para más información sobre el estatus de los vuelos.
Banco de niebla impide actividad en AICM
A través de un mensaje de Twitter, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) informó que, debido a un banco de niebla esta mañana del 2 de diciembre, se suspendieron los despegues y aterrizajes.
El AICM solicitó a los usuarios consultar con cada aerolínea el estatus de su vuelo.
Cada año, sobre todo noviembre a enero es frecuente que, debido a bancos de niebla en la zona oriente de la terminal aérea del aeropuerto capitalino sean suspendidos los despegues y aterrizajes de los aviones durante las primeras horas del día.
El más reciente fue a mañana del 15 de noviembre cuando se reportó una densa niebla que había afectado las actividades en el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México.
El AICM informó en aquel momento que los vuelos tendrían afectaciones en sus itinerarios, por lo cual se pidió a los viajeros acercarse a las aerolíneas correspondientes para obtener más información.
La neblina no afecta sólo al AICM, también los automovilistas de la capital y parte de la zona conurbada han tenido que lidiar con este fenómeno meteorológico que provoca poca visibilidad.
¿Qué son los bancos de niebla?
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) define la niebla atmosférica como la suspensión de gotas pequeñas de agua (casi siempre, microscópicas) en el aire que también reduce la visibilidad horizontal en la superficie terrestre a menos de 1 kilómetro.
Los bancos de niebla se forman de la misma manera que cualquier otro tipo de nubes, ya que de nubes estratiformes (desarrolladas horizontalmente, de poco espesor vertical y que se extienden como un manto uniforme en el cielo, cubriendo una gran área; la lluvia es de carácter leve o contínuo) se constituye la niebla.
La mayor parte de las nieblas se producen al evaporarse la humedad del suelo, pero puede proceder del vapor de agua expelido por la vegetación o por masas de agua dulce o salada, ríos, arroyos, charcos, etc.