Valle de México

Barranca de Colores en Tarango, de tiradero de basura a espacio recreativo

La Barranca de Colores pasó de ser un tiradero a cielo abierto y sitio de descarga de aguas residuales, a un espacio recreativo y de descanso.

Luego de cinco años de un proceso de transición, la Barranca de Colores en Tarango, alcaldía Álvaro Obregón, dejó de ser un tiradero a cielo abierto para convertirse en un espacio ecológico de disfrute para la comunidad.

Al respecto, Marina Robles García, titular de la Secretaría del Medio Ambiente en la capital del país (Sedema), destacó que la Barranca de Colores ahora representa un enorme valor ambiental además de un espacio recreativo y de descanso para las y los pobladores de la zona.

“Esta barranca es un ejemplo de trabajo participativo y de compromiso social, aquí se ha hecho un trabajo espectacular, reconvirtiendo un sitio que era un tiradero a cielo abierto, un sitio de descargas de aguas residuales, en un sitio que ahora las personas que viven acá lo utilizan como un espacio recreativo, un espacio de descanso”, aseguró.

Las barrancas son ecosistemas que permiten mejorar las condiciones para la biodiversidad y para que las escorrentías tengan un mejor manejo, así como un control para que la ciudad no atraviese inundaciones, además de regular el clima.

Robles García explicó que mediante el Proyecto de Recuperación de Barrancas 2023, Cuenca Alta del Río Tarango y Río Eslava representan un mensaje importante, de manera particular para quienes viven en los linderos, de que es vital su cuidado para impedir que las descargas de aguas residuales de las viviendas no lleguen crudas a este sistema de arrastre de aguas.

“En muchos de los casos, las y los vecinos no saben que las aguas que producen en sus viviendas, estas aguas residuales, son arrojadas de manera cruda a las barrancas, les pedimos que revisen a dónde van sus aguas residuales, les pedimos que de manera conjunta entre ustedes como sociedad y nosotros como Gobierno, trabajemos por mejorar estos sitios tan importantes para todos en Ciudad de México”, añadió la funcionaria local.

En su oportunidad, la subdirectora de Áreas de Valor Ambiental de la Sedema, Ameyalli Pérez Hernández, detalló que, con el establecimiento de un sistema de humedales y biodigestores en la zona, se está asegurando que el agua llegue más limpia al Río Puerta Grande, y que el agua que se infiltra sea de mejor calidad.

“Con estos trabajos que mezclan biotecnología con infraestructura verde estamos dando una garantía de futuro, porque sabemos que estamos infiltrando agua limpia”, dijo.

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