Valle de México

Caso “El Pollito”, adulto mayor desalojado de una camioneta en la que vivía

Han pasado 50 años desde que “El Pollito” llegó a vivir a la Calle de Serapio Rendón y Maestro Antonio Caso, en la colonia San Rafael, en Ciudad de México.

El nombre de Antonio Caso fue intervenido recientemente, “el 8 de marzo le pusieron otro nombre,  se llama Berta Cáceres, pero sí es esta calle”, dijo uno de los transeúntes a Once Noticias cuando buscábamos la esquina indicada para encontrar a “El Pollito”.

Al preguntar por él, no falta quien dé referencias. Y es que en 50 años los habitantes, que aún resisten a los proyectos de gentrificación de la zona, han visto pasear entre sus calles al hombre de barba blanca con su pantalón sastre y su camisa, en las calles de una de las primeras colonias modernas de la Ciudad de México (la historia de esta colonia data de finales del siglo XIX).

Arnoldo Pérez tiene casi 80 años, los cumple el próximo julio, pero desde niño lo conocen como “El Pollito”, porque era muy apegado a su mamá. Su familia es originaria de Colima.

El hombre con su cubrebocas compartió a Once Noticias que él conoce a todos y todas, “aquí ha transcurrido la mayoría de mi vida”.

Durante su juventud se dedicaba a trabajar en fletes y mudanzas, “pero ahora con mi edad, ya no me dedico a eso, ayudaba en lo de la comida y trabajitos que a veces salen”, comentó.

“El pollito” lleva mucho tiempo viviendo en la calle.

Soy originario de Puebla, pero llegué aquí en 1979, desde entonces lo conozco, desde hace 42 años. En la camioneta lleva viviendo como 20 años. Hace como 5 años compraron la última camioneta, en la que vivía. En la otra camioneta pasó lo mismo, nada más que ahora lo desalojaron con violencia. Lo que me preocupa es cómo le hará para cobrar la ayuda que le da el Gobierno”, dijo Ángel Márquez, quien vende periódicos frente a una panadería.

Arnoldo fue desalojado pese a su edad y al contexto de emergencia sanitaria por COVID-19, no le permitieron recuperar sus pertenencias.

El pasado 19 de mayo, Arnoldo fue desalojado de la camioneta en la que vivía, debido a una denuncia ciudadana.

El dueño de la camioneta Don Abraham Castorena, quien también es vendedor ambulante, aseguró que el vehículo no estaba abandonado.

La denunciaron porque según estaba abandonada, pero aquí estamos desde hace 5 años. Vino una grúa con una persona de la Alcaldía con chaleco y acompañados de 20 policías con patrullas. Parecía como un operativo criminal. “El Pollo” les suplicó, les dijo que la camioneta no estaba abandonada. Cuando me hablaron y vine, les dije que era nuestra fuente de trabajo y que nosotros somos adultos mayores, pero no entendieron nada. Está en el corralón número 5. Mi hermana habló con el del corralón y piden dinero, ya sabe. Quieren todos los papeles, pero ahorita ya no circula. Ahorita nos dedicamos a la venta de comida. La camioneta estaba aquí, estacionada, frente a la Bodega. El caso es que no estaba abandonada”, explicó Abraham.  

Arnoldo “El pollito” recordó el momento que lo desalojaron.

Las personas muy prepotentes me bajaron; les pedí que me dejaran bajar mis cosas, intenté hablar con ellos y con lujo de violencia y prepotencia me bajaron. Me dejaron en la calle. Abusaron de su autoridad, les pedí que comprendieran que ya estoy grande y además que estamos en pandemia. Se portaron muy groseros, fueron violentos. Yo sólo reclamo lo que es mío, sólo quiero sacar mis cosas”, expresó.

En la camioneta, Arnoldo tenía sus partencias y junto con el vehículo, se llevaron todo: “yo ahí tengo una estufita, una licuadora, una planchita, un celular que me regaló mi hijo y mi nuera, para comunicarnos, tenía mis cositas, aunque sencillas, son mis cositas. No me dejaron bajar nada, apenas pude sacar un poco de ropa”.

“Mire, todos rotos y mis calcetines, están sucios. En la camioneta tengo unos zapatos más presentables, a mí no me gusta andar así”.

“El ‘Pollito’ está preocupado. La camioneta es de Abraham, pero al parecer no hay interés para arreglar la situación. Tiene que llevar una factura o su licencia, para que Arnoldo recupere sus cosas. Fíjese, en este edificio las personas quisieron cooperarse para pagar el arrastre de la camioneta, pero no depende ellos, sino del dueño. Es un señor muy respetuoso, no se mete con nadie. Me da mucha pena”, expresó Ángel Márquez.

Y es que, en la camioneta, dijo Arnoldo entre su ropa tiene la tarjeta para cobrar la ayuda que le brinda el Gobierno.

Al principio de la pandemia, Arnoldo se fue a vivir con su hijo, “pero no aguanté, porque yo estoy acostumbrado a vivir aquí, aquí tengo a mis amigos, a mis conocidos. Usted sabe, cuando uno ya está acostumbrado. Ahí tengo a mis nietos, pero cómo le voy a llevar más responsabilidades a mi hijo”. 

 

Abuso de autoridad y discriminación por edad

El caso de “El pollito” fue denunciado inicialmente en redes sociales, por vecinos de la colonia que lo conocen y que se organizaron para conseguirle un lugar en dónde dormir mientras se solucionaba su caso, sin embargo, es una medida a corto plazo.

Hasta la fecha, pese a las denuncias en redes, las autoridades no se han proclamado al respecto.

Mientras tanto, vecinos y vecinas, buscan apoyo de CONAPRED y CNDH por el abuso de autoridad perpetrada en contra de “El pollito” y para denunciar discriminación por edad.

Fueron groseros, prepotentes y violentos. Ya le mandé un mensaje a mi hijo, me iré unos días ahí, pero tampoco nos ha contestado. Soy como un húngaro. Pero no le hacía daño a nadie. A mí me da mucha pena que me ayuden, a mi edad, en mi estado, me da pena estar pidiendo. Cada cosa que estaba ahí, me costó. Le he pedido a Abraham que arregle sus papeles, para que yo pueda recuperar mis cosas, porque véame, me dejaron en la calle, sólo unas bolsas con un poco de ropa. No se vale que actúen así. Me da coraje, porque somos humanos, todos somos ciudadanos, no hay empatía. La gente discrimina, pero yo no entiendo, no tienen corazón”, concluyó “El Pollito”.

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