Este martes, en el Panteón Civil Dolores, en la Ciudad de México, inició un programa de exhumaciones controladas que busca identificar a miles de personas enterradas en fosas comunes desde hace más de 10 años.
Carlos Daniel Alonso desapareció en la alcaldía Cuauhtémoc, en 2009, tras 16 años de búsqueda finalmente regresará con su familia luego de que les notificaron que es una de las cuatro personas identificadas cuyos restos yacen en la fosa común.
“Lo estuvimos buscando más como de forma personal, perdimos hasta la esperanza de poderlo localizar, dejamos de buscarlo, nos avisaron que se encontraba en la fosa”, dijo Sofía Alonso, buscadora y hermana de Carlos.
Sofía ahora sabe que su hermano falleció a los 36 años. Estuvo 30 días en el Semefo como no identificado. A su familia no se le notificó del hallazgo y fue llevado a la fosa común en 2015.
“Estuvo 30 días en resguardo en Semefo, pero en esos 30 días nunca nos avisaron, nunca hicieron uso del registro que habíamos levantado en Capea de él”, añadió.
Las exhumaciones son parte del plan de recuperaciones controladas de fosas comunes en el Dolores, anunciado en abril de este año, por el gobierno capitalino.
Arrancamos el Plan de Recuperaciones Controladas en el Panteón Civil de Dolores.
— Fiscalía CDMX (@FiscaliaCDMX) November 18, 2025
Junto al presidente del Poder Judicial, @MagRafaelGuerra; el comisionado de Búsqueda, @luisgoneg ; y el director del Instituto de Servicios Periciales y Ciencias Forenses, Arturo Gerardo Cervantes… pic.twitter.com/FVbq1s6vvN
Se trata del primer esfuerzo interinstitucional en donde colabora la Fiscalía capitalina, el Poder Judicial y la Comisión de Búsqueda. Tiene un objetivo.
“Tiene la finalidad de contribuir a que las personas fallecidas que han sido inhumadas sin haber logrado su identificación puedan ser restituidas dignamente a sus familias”, expuso la titular de la Fiscalía, Bertha Alcalde Luján.
Por su parte, el comisionado de Búsqueda de la CDMX, Luis Gómez Negrete, mencionó que es histórica está acción porque lo que se está haciendo el día de hoy es llevar a cabo una revisión con nuevos ojos de cómo ha sido el modelo de gestión y resguardo de personas fallecidas.
De acuerdo con autoridades forenses de la capital mexicana, al menos 6 mil 668 personas fallecidas con hipótesis de identificación se encuentran en estas fosas, por lo que las exhumaciones son esperanza para las familias buscadoras, aunque la esperanza primigenia siempre es encontrarles con vida.
“Yo espero que esto funcione, no solamente por mí, por mi familia, sino también para las personas que no saben nada de sus hijos, hijas, hermanas y padres”, expresó Sofía.
La primera etapa de trabajo se centrará en la fosa 26 y abarca una temporalidad de 2013 al 2017. El plan piloto proyecta que los trabajos se extiendan por cuatro años.