Es un verdadero espectáculo de picos y plumas, en el que resaltan las aves migratorias, que han llegado al lago del Bosque de Aragón, de Ciudad de México, a pasar el invierno.
Hay patos cucharón y sus picos redondeados o enormes pelícanos, cuyas alas abiertas miden poco más de dos metros. Son impresionantes en pleno vuelo.
En el lago, sorprende la presencia de un cormorán, que es propio de lagunas costeras.
Además, en una de las reja, reluce el verde de un tirano gritón.
Este desfile de aves, es un deleite que puede apreciarse en este pulmón de la Zona Metropolitana, donde se han avistado hasta 181 especies de aves.
Hay que recordar que Ciudad de México era una zona lacustre, donde era una zona inundada. Lo que estamos pasando ahora es que estamos regresando, que la avifauna de manera natural pasaba aquí desde hace muchísimos años’’, dijo Miriam Vargas Ortega, encargada del Monitoreo de Fauna Silvestre, del Bosque de Aragón.
Entre los espacios más importantes del lago, reacondicionado para ofrecer esta experiencia, destaca la playa de aves.
Es un área para ejemplares de costa o de ambientes inundados, como el chichicuilote.
Fue creado con las condiciones necesarias para que pudieran ahí establecerse las aves, interactuar, alimentarse y reproducirse en dado caso’’, señaló Miriam Vargas Ortega.
A los visitantes, se les pide ética ambiental y no alimentar a las aves., ya que afecta su hábitat y sus hábitos silvestres.
Lo que nosotros les ofrecemos en vez de ayudarlas, las estamos perjudicando. el hecho de que les demos comida que nosotros estemos aptos para consumir. A ellas les hace daño, la sal, las grasas y las levaduras’’, afirmó Miriam Vargas Ortega.
Quienes quieran conocer mejor a las aves del Bosque de Aragón y su lago, pueden acudir aquí, directamente, o sumarse a un recorrido con biólogos, cada último domingo de mes.