
Con las recientes reformas a la Ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México, las actividades de los llamados “franeleros” serán consideradas faltas a la norma.
A partir de ahora, apartar u obstaculizar con cualquier objeto lugares de estacionamiento, así como exigir un pago por vigilar, estacionar o cuidar vehículos, se tipifica como una infracción especial contra la seguridad ciudadana.
El Congreso capitalino aprobó sanciones que van de 24 a 36 horas de arresto inconmutable para quienes realicen esta práctica. La medida busca recuperar el espacio público y atender una de las quejas más frecuentes entre automovilistas.
Reacciones
Conductores consultados recibieron con beneplácito la decisión.
“Yo creo que está bien. Son un mal innecesario, los franeleros vienen a estorbar más que nada cuando tratamos de estacionarnos”, comentó un automovilista.
Otro conductor señaló que “me parece muy bien porque luego son muy agresivos y no les quiere dar uno dinero”.
También hubo quienes destacaron los abusos económicos.
“Cobran lo que ellos quieren, hasta 150 pesos, y si se van, la grúa se lleva tu carro y nadie se hace responsable”, expresó un conductor.
Vecinos coincidieron en que esta práctica se convirtió en una mafia que limita el acceso a espacios públicos.
“La calle no es dueña de ellos”, mencionó otro automovilista.
Mientras algunos añadieron que es necesario reubicar a estas personas en empleos alternativos.
Los legisladores locales aclararon que no se trata de dejar atrás a quienes realizan esta actividad, sino de abrirles puertas a nuevas oportunidades.
Para ello, la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo trabajará junto con las organizaciones de franeleros a fin de “construir empleos dignos” que no afecten a la ciudadanía.
Con esta reforma, se marca un paso decisivo en la regulación del espacio urbano y en la atención a una práctica que por años generó conflictos entre ciudadanos.