La Comisión de Atención al Desarrollo de la Niñez en el Congreso de Ciudad de México aprobó el miércoles el dictamen por el que se prohíbe a los padres de familia o tutores utilizar castigos corporales o físicos y humillantes a los menores de edad como medida disciplinaria.
Lo anterior quiere decir que no podrán recibir “golpes con la mano o con algún objeto, empujones, pellizcos, mordidas, tirones de cabello o de las orejas, ni ser obligados a sostener posturas incómodas”, entre otras, de acuerdo al dictamen.
Desde la perspectiva del interés superior de la niñez, resulta imperante la implementación de acciones contundentes, que permitan revertir la normalización y tolerancia histórica de los castigos físicos o humillantes, que representan prácticas nocivas de crianza, que atentan contra la dignidad e integridad de este sector tan vulnerable”, señala el texto.
De igual forma, establecieron los legisladores que esta prohibición no tiene como fin primario la penalización de las conductas de madres, padres o tutores, sino que pretende visibilizar que estas prácticas atentan contra la integridad y dignidad de los niños y adolescentes, asentaron en el documento.
Sin embargo, las autoridades judiciales correspondientes deberán prevenir, investigar y sancionar los casos en que niñas, niños y adolescentes se vean afectados por el castigo corporal y humillante.
Además, corresponderá al DIF capitalino promover y difundir medidas alternativas de disciplina, que sean participativas, positivas y no violentas.