“Es un cenotafio, una tumba vacía que honra la memoria de la persona y acompaña a sus familiares en el dolor por su pérdida. Pero sobre todo también es un reclamo vivo”, denuncia Areli Carreón, coordinadora de políticas públicas de Bicitekas.
Hace algunas semanas, en el cruce de Universidad y Vito Alessio, en Ciudad de México, en las intersecciones de las alcaldías Coyoacán y Álvaro Obregón, Eduardo, un joven de 15 años, fue atropellado por un camión de transporte público. El menor murió.
Sólo unos días después ciclistas y organizaciones se manifestaron en este lugar, para repudiar este hecho de tránsito y exigir justicia.
La familia de Eduardo y los ciclistas colocaron una bicicleta blanca, en uno de los postes del cruce, para rendir homenaje al joven, pero también como recordatorio de que cada año mueren mil ciclistas en la capital por atropellamientos.
No queremos perder más niños en la calle por moverse en bici. Eduardo Soto tenía 15 años y fue asesinado en Vito Alessio Robles y Universidad por un camión de transporte público. #NoMásMuertesViales @martibatres @ClaraBrugadaM @STaboadaMx @Chertorivski pic.twitter.com/qexLBN2eD7
— Bicitekas (@Bicitekas) March 18, 2024
Desde la pandemia, en el año 2020, las cifras apuntaban que pese a que disminuyó el uso del auto y aumentó el uso de transporte no motorizado, como el de la bicicleta, aumentaron los hechos de tránsito con personas lesionadas y víctimas fatales.
SEMOVI explica que de 2019 a 2020, la bicicleta aumentó su participación en los hechos de tránsito del 5% al 9%.
Los motociclistas, ciclistas y peatones son quienes más mueren por los hechos de tránsito, representan 65% de los 16 mil decesos anuales por este motivo. Según INEGI registra que hasta el año 2022, hubo 377 mil 231 colisiones con ciclistas.
Año | 2018 | 2019 | 2020 | 2021 | 2022 |
# Colisiones con ciclistas (absolutos a nivel nacional) | 365 281 | 362 729 | 301 678 | 340 415 |
377 231 |
Fuente: INEGI. Accidentes de Tránsito Terrestre en Zonas Urbanas y Suburbanas
Y aunque en México, entre 2019 y el 2022, aumentaron las ciclovías, pues se construyeron 206.3 km y se proyecta que alcance los 600 km, sigue siendo un desafío para todas las personas que andan en bicicleta.
Areli Carreón, integrante también de la Coalición Movilidad Segura de México, que agrupa 116 organizaciones que luchan por la seguridad vial, contó a Once Noticias que es precisamente ese contexto, lo que detonó denunciar las muertes de ciclistas, a través de colocar bicicletas blancas en la ciudad.
“No tenemos que colocar más bicicletas blancas en México”
“Colocar bicicletas blancas es una práctica que como comunidad ciclista hemos tenido desde el año 2010 cuando se colocó la primera bicicleta de la ciudad y del país”, recuerda la integrante de Bicitekas.
Y es que las calles son un desafío, a pesar de que a finales de 2020 se reconoció de forma constitucional el derecho humano a la movilidad, y en mayo de 2022 se aprobó por unanimidad la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial.
En dicha legislación se incluye la regulación en cinco factores: velocidad, alcohol, uso de cascos, sistemas de retención infantil y el cinturón de seguridad.
Sin embargo, las lamentables muertes de ciclistas continúan. Colectivos se han organizado para impulsar cambios en la Ley de Movilidad local, pero también para exigir su homologación con la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial a nivel federal, ya que la Ciudad de México es una de las 17 entidades que no lo han hecho.
“No existe un registro de todas las muertes viales. Lo que te puedo decir es que tenemos mucha claridad del número total de víctimas en Ciudad de México: asciende a un promedio de mil personas cada año. Es decir, tres personas cada día no van a regresar a su casa, porque perderán la vida en un siniestro de tránsito”, lamenta la activista y enfatiza que uno de los temas más dolorosos es que se pueden prevenir.
La primera bicicleta blanca que colocó Bicitekas y los grupos ciclistas, fue en Avenida Universidad, en homenaje a Liliana Castillo, una ciclista de 22 años que murió a causa de un atropellamiento, en el año 2010.
Areli Carreón cuenta que se inspiraron en las bicicletas fantasmas que se colocan en países como Estados Unidos. El primer proyecto de bicicletas fantasmas se instaló en San Luis Misourí, en Estados Unidos.
Al mismo tiempo, se inspiró en un proyecto artístico de Jo Slota, quien recogía bicicletas antiguas y las pintaba de blanco. Eso fue a principios de los dos miles, pero no tenía la intención de la denuncia retomada luego por colectivos y grupos ciclistas.
La práctica se extendió por varios países del continente como Chile, Argentina, Ecuador, Estados Unidos, pero también en latitudes lejanas como España y Alemania.
Al principio, cuenta Areli, también les llamaron así, pero con el tiempo decidieron llamarlas bicicletas blancas.
En nuestro país, ciudades como Guadalajara, Monterrey, Aguascalientes, Mérida, Ciudad de México y Estado de México han colocado bicicletas blancas para protestar por los atropellamientos de ciclistas.
“Esos momentos de duelo colectivo son como un terremoto emocional, porque además, pues estás en contacto directo con las familias y con su dolor y es imposible no sentir ‘este podría ser yo’. Es un proceso de construcción de comunidad y de empatía”, asegura Areli a Once Noticias.
Hace algunos años, recolocaron una nueva bicicleta blanca junto a una placa e hicieron una ceremonia en donde estaba la de Liliana Castillo.
“Fue a partir de esa primera bicicleta blanca que se detonó un movimiento primero local y luego nacional del movimiento ciclista para decir, ‘oigan, nos están matando, qué necesitamos hacer para que simplemente salir a la calle no se convierta en un riesgo de perder la vida”, sentencia Areli.
Y es que considera que el llamado es a que no se coloquen más bicicletas blancas sino a que las autoridades actúen para poner en vigor políticas públicas que prevengan los hechos de tránsito.
“La seguridad vial es un derecho y es una obligación de todas las autoridades para trabajar y lograr garantizar a todas y todos el regresar con bien a nuestras casas, llegar a nuestros destinos sin perder la salud ni la vida”, enfatiza la activista.