Valle de México

Denuncian agresión homófoba a pareja, por parte de elementos de la SSC

Amaro y su pareja fueron víctimas de agresiones físicas y homófobas, luego de besarse en la colonia Roma

Amaro nunca había vivido una experiencia tan traumática en la vía pública. Vivir en Ciudad de México le había traído la percepción de estar en un lugar privilegiado para la comunidad LGBTQ+, una ciudad que se jacta de tener avances en materia de derechos humanos. Sin embargo, la noche del 6 de abril la idea cambió para Amaro Bautista, de 32 años, y su pareja Diego, de 31.

¿Besarse en público está prohibido para la diversidad sexual?

Amaro se encontró con Diego en el parque Ramón López Velarde, frente al Centro Médico Siglo XXI.

Como cualquier otra pareja se besaron en la vía pública y una patrulla que estaba cercana los hizo sentir incómodos al quedarse observándolos detenidamente.

Por ese motivo, decidieron caminar hacia la calle de Coahuila y continuaron besándose, pero a cada rato una patrulla daba rondines y se detenía ante ellos, luego les echó las luces, lo que incrementó la incomodidad para Amaro y Diego.

Amaro debía abordar el metro para regresar a casa, por lo que la pareja decidió cruzar el parque, pero al llegar a una fuente (y luego de besarse) un policía de la SSC lanzó amenazas contra ellos:

‘Ya se los llevó la chingada’, nos dijo y alguien más alumbró con una lámpara. Dijo, ‘si corren les va a ir peor’. Entonces nos separamos, nos dió miedo y corrimos”, relató Amaro a Once Noticias.

Al brincar la fuente, ambos se tropezaron. A Diego lo alcanzó uno de los policías, lo tumbó y lo arrastró por los cabellos. Fue golpeado con un puñetazo en la cara y lo patearon. Una de esas patadas lastimó su hombro izquierdo.

Por otro lado, a Amaro lo alcanzó otro de los policías, lo tumbó y le puso el pie encima de su cuerpo, para inmovilizarlo. El policía que antes había golpeado a Diego, lo golpeó en las costillas.

“Ya en el suelo los policías se comunicaron por radio, para acordar si nos plantarían mariguana –como traía una mochila- decían que iban a plantar una navaja. Repetían constantemente que nos iba a llevar a un lugar en el que nos iba a ir peor. Luego preguntaron de quién había sido la idea de correr para ‘chingárselo’ y al otro dejarlo libre. El que más nos golpeó dijo que si hubiera sido otro nos hubiera tirado un balazo”.

Amaro recordó que cuando estaban en el suelo, Diego, en un acto de solidaridad, pero también de miedo, alcanzó a tocar el tobillo de su pareja.

La pareja fue extorsionada. Los dos elementos de la SSC les quitaron 310 pesos y cuatro pares de lentes de sol (con un valor de 2 mil 700 pesos), pero se molestaron al ver que ambos no traían más cosas de valor.

” Uno de los policías, el mayor, nos dio un discurso homofóbico: ‘yo tengo un sobrino igual a ustedes, pero mi sobrino no hace estas cosas en estos lugares y no está bien que hagan esto’, nos dijo”, relató Amaro al medio.

El elemento de seguridad les dijo que estaba mal besarse en público. Posteriormente, los dejaron ir, pero bajo la amenaza de que debían correr, sino serían detenidos.

Las denuncias

En casa ambos se revisaron las lesiones: a Diego le arrancaron el cabello y lastimaron su hombro izquierdo. Amaro tuvo una contusión, por eso este último denunció la situación en redes sociales.

“Entre el miedo y shock sólo escribí el tweet porque tenía miedo. Al despertar ya se había compartido. Por el miedo no sabíamos si valía la pena o no levantar una denuncia, si nos iban a creer o hacer caso” señaló.

Luego del tuit la pareja interpusó quejas. Primero ante el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de Ciudad de México (COPRED) por lo que se abrió el expediente COPRED/CayE/R-000008-2022.

Asimismo,en la Dirección General de Asuntos Internos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana se abrió la carpeta DGAI/III/D/001429/04-22 y también una queja en la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CNDH).

Así también interpondrán una denuncia penal ante la Fiscalía para la Investigación de los Delitos Cometidos por Servidores Públicos, “para hacer búsqueda de los responsables y detener a los agresores, que no se quede como algo interno, para sus cursos sobre violencia homofobica, sino que tenga peso”, dijo Amaro.

Y es que, tal como compartió la víctima, nunca pensó que le ocurriría algo así y menos en una colonia que se considera privilegiada, en la que el imaginario sustenta que no ocurren este tipo de agresiones.

Según datos de CONEVAL (2020), la demarcación territorial de Benito Juárez (Ciudad de México), en la que se encuentra la colonia Roma, lugar en donde ocuurieron las agresiones, se posicionó entre los de menor porcentaje de población en situación de pobreza y pobreza extrema, aunque no exenta de tener altos porcentajes con respecto a discriminación.

Benito Juárez es una de las alcaldías –le anteceden Coyoacán y Cuauhtémoc–que presenta mayor índice de discriminación hacia diversos grupos: las personas de piel morena (25.9%), indígenas (20.4%), homosexuales (gays) (12.6%), personas en situación de pobreza (5.6) y las mujeres (3.9%), según detalla la Encuesta de Discriminación en la Ciudad de México (2021).

Esta encuesta también señala que en la capital la homosexualidad (6%) y preferencia sexual (3.5%) continúan siendo motivo de discriminación. En la lista sobre los 10 grupos más discriminados de la Ciudad, las personas homosexuales (gays) ocupan el cuarto lugar.

Una de las acciones que más prevalecen es ignorar dichas agresiones (7.1%) aunque denunciar ocupa el segundo lugar (4.7%) y sólo el 2.1% presentó quejas.

Este tipo de situaciones no son aisladas. Cabe recordar el caso de Six Flags, que discriminó a una pareja homosexual por besarse en el parque de diversiones.

En el caso de Diego y Amaro externaron preocupación porque las agresiones provinieron de elementos de la policía:

“Cuando estábamos tirados en el suelo pensábamos ‘hasta aquí llegamos, nos desaparecerán y no nos volverán a ver las personas que queremos’. Es una cuestión tan normalizada que tenemos, de que si un policía te detiene te van hacer algo y te va a pasar lo peor. Hay un miedo constante de quien se supone que nos deberían de cuidar, más daño nos van hacer, entonces, hubo angustia y miedo cuando esperábamos ahí”, concluyó.

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