Entre llantos y aplausos, familiares y amigos dieron el último adiós a Brandon Giovanny Hernández, el niño de 12 años que murió al desplomarse una estructura de la Línea 12 del Metro en Ciudad de México, arrastrando dos vagones.
Previamente, en su honor se ofició una misa de cuerpo presente.
El menor ya descansa en el panteón de San Lorenzo Tezonco, a unos pasos de la zona colapsada.
Sin saber su destino, el lunes por la noche subió, junto a su padre, al vagón siniestrado, se dirigían a casa, en la colonia Zapotitlán, después de comprar el regalo del 10 de mayo para su madre.
Abordó la ruta equivocada, nunca llegó. Durante casi 24 horas su madre y abuela vivieron un calvario para encontrarlo.
Nadie sabe nada, pedimos la lista del forense y tampoco nos las quieren dar, de qué se trata. si está vivo o muerto que nos digan dónde está’’, dijeron la mamá y a abuela de Brandon.
En su familia hay dolor, pero también incertidumbre, el padre de Brandon se encuentra gravemente herido en el hospital Balbuena.
La tragedia de la Línea 12 también enlutó a la familia Ledezma, Nancy, una joven de 22 años, también iba en el tren que colapsó.
El lunes por la noche salió de trabajar y cenó con su novio, se despidieron con un beso a las puertas del Metro, ella debía llegar con su familia a la colonia Peña Alta, también en Tláhuac.
Otra de las víctimas es Ismael Salazar Juárez, de 49 años, la noche del 3 de mayo regresaba de su trabajo a su domicilio, tenía que bajar en la siguiente estación, Los olivos, faltaban unos metros para llegar pero antes el vagón en que viajaba, colapsó.
El accidente en la Línea 12 del Metro desvió el curso de 25 mexicanos, 25 vidas truncadas.