En 1964, con sólo 18 años, Isabel Naranjo inició su carrera como profesora de tecnología en la secundaria 80, al igual que su padre y abuelo. No había paredes, la tierra abundaba en los salones sin construir y el alumnado eran mayores de edad, pero fueron ellos quienes les enseñaron su vocación.
“Esa fue la primera generación, la que me impactó a mí y dije: de aquí soy, de aquí soy’, y aquí sigo” añadió. Para Sergio Guerrero la experiencia de ser profesor comenzó de otra forma. Estudiaba los últimos años de la licenciatura de arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Una vez terminó su carrera, deseó independizarse, por ello aceptó dar clases de matemáticas en una secundaría.
“Ya poco a poquito se me quitaron los temblores de pierna y empecé a conocer a mis alumnos y empecé a integrarme con ellos, a conocerlos, es otra cosa, es otra vida, y empecé a darle cariño, a tener cariño sobre el ser docente”, contó.
Estas dos personas con más de cinco décadas de experiencia se colocan como la y el profesor con mayor trayectoria en la Secretaría de Educación Pública (SEP), son formadores de generaciones completas y testigos de la historia.
La pandemia por COVID-19 convirtió a Isabel, de 74 años, y a Sergio, de 81 años, en alumnas de nuevo. En su opinión fue una experiencia retadora desarrollar metodologías para que el alumnado pudiera tomar clases de manera online. Ambos tuvieron que aprender a usar las nuevas tecnologías.
Isabel y Sergio comentaron que su mayor regalo es reencontrarse con sus alumnos y alumnas años después y tener la certeza de que contribuyeron a cambiar el país, a través de la educación.
“Amo a mi profesión, ó sea que la traigo en la sangre, dice que traigo la playera bien puesta, me gusta mucho trabajar con los niños”, finalizó Isabel.