En un emotivo evento que evocó los tiempos dorados del ferrocarril en México, Ciudad de México recibió a una visitante muy especial: “La Emperatriz“.
Esta majestuosa locomotora canadiense, que se jubila este año después de 94 años de servicio en Norteamérica, emprendió un viaje de despedida por la región, pisando por primera vez suelo mexicano y despertando la nostalgia de una época marcada por el sonido del pitido y el humo de los trenes.
Desde su llegada en 1930, La Emperatriz ha transportado carga y pasajeros a lo largo de Estados Unidos y Canadá.
Sin embargo, en esta ocasión, decidió extender su recorrido hasta México, tierras que comparten una rica historia ferroviaria y cultural con este legendario medio de transporte.
Miles de personas se congregaron desde las primeras horas de la mañana para admirar y rendir homenaje a La Emperatriz.
Entre ellos se encontraba Maricela Aguizar, quien expresó: “Es un gran honor recordar las épocas de oro de nuestro México, cuando el tren brillaba. Lo que más deseamos en nuestra sangre es que brille el ferrocarril y volver a retomar este proceso de reconstruir y fortalecer, preservar la historia y la cultura del tren”.
Las vestimentas que evocaban la era del ferrocarril no podían faltar en el evento, con personas de todas las edades luciendo atuendos emblemáticos de aquellos tiempos.
“Las damas de aquella época siempre viajaban así de elegantes en el tren. Nosotros, como ferrocarrileros, es algo emblemático para nosotros, es lo que nos representa,” compartió Maricarmen López.
Jenny, habitante de CDMX expresó: “La locomotora de vapor es un motivo del por qué es este Outfit, porque este Outfit surge con las máquinas de vapor, los engranes entre la época, victoriana, entonces todo ese conjunto hace este estilo”.
“Fui a ver al tren que estuvo muy bonito y quisiera pasar otra vez, pero con toda la gente que está. Ya no puedo pasar”, comentó Santia,
Quienes por años trabajaron y vivieron del ferrocarril fueron los más nostálgicos.
“Una emoción hermosísima como cuando era Chikitin, yo fui ferrocarrilero desde los 18 años, mi abuelo fue ferrocarrilero, mi padre fue ferrocarrilero. Es una emoción grandísima, es algo que traigo en la sangre, lo traigo en el corazón”, con emoción comentó Francisco Benítez.
Tambien Alejandro Zamano dijo: “Orgullosa, me siento orgullosa, porque yo soy parte de ellos y de la gente que quiera el fierro como se dice en el ambiente ferrocarrilero, estás de acuerdo entonces pues es bonito sentir el metal”.
Incluso los más jóvenes se vieron contagiados por la emoción al presenciar de cerca una locomotora de vapor por primera vez.
“Va a estar muy chido, es un tren que desde hace mucho tiempo lo tienen guardado y viene desde Canadá a Ciudad de México, México, por eso lo queremos ver,” compartió Axel.
Después de más de una semana de viaje por todo el país y el afecto de miles de personas que la apreciaron, este viernes La Emperatriz iniciará su viaje de regreso a Canadá, donde descansará tras 94 años de servicio.
Su paso por tierras mexicanas deja un recuerdo imborrable en la memoria colectiva de quienes tuvieron el privilegio de presenciar su despedida.