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Estudiantes del IPN exigen sentencia histórica para combatir la violencia digital

FOTO: MARÍA FERNANDA RUIZ SALAS/ONCE NOTICIAS DIGITAL

Mañana miércoles 27 de noviembre será la última audiencia del juicio oral para Diego “N”, exalumno del Instituto Politécnico Nacional (IPN), acusado por el delito contra la intimidad, en su variante de violencia sexual digital.

Ante esto, estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) exigieron que se emita una condena que pueda sentar un precedente histórico y combatir la violencia digital con Inteligencia Artificial (IA).

En el marco del 25N, Día Internacional contra la violencia hacia las mujeres, las estudiantes se reunieron en la Glorieta de las Mujeres que Luchan, sobre Paseo de la Reforma, para denunciar y hacer un llamado a las autoridades.

“El algoritmo es patriarcal y no pueden seguir haciéndose guajes. La violencia digital es real. Les pido que las autoridades se pongan del lado de las víctimas”, sentenció Olimpia Coral Melo, impulsora de la Ley que lleva su nombre, quien acompañó a las estudiantes en conferencia de prensa.

La activista recordó que el caso de las estudiantes del IPN no es aislado, “89.9% de las víctimas son mujeres y 43% son estudiantes universitarias. Además 9 de cada 10 mujeres que han sido víctimas de violencia digital reconoce a sus agresores”, detalló.

En tanto, Valeria Martínez, abogada de las estudiantes politécnicas, contó a Once Noticias Digital que han pedido la pena máxima para Diego “N”.

“El delito va de 3 a 6 años de prisión, pero es agravado por la relación de confianza que existía. Hemos solicitado 12 años por cada una de las víctimas (son dos víctimas). El juez determinará los años, pero vamos por la máxima”, contó Martínez.

Pero, ¿por qué este caso sentaría un precedente? Porque ha marcado el camino para que las Fiscalías sepan qué método se puede aplicar para la investigación de este tipo de delitos, pero también porque ha develado las deficiencias al interior de las instituciones y del sistema de justicia.

“La historia que estamos dejando es el paso a seguir, para juzgar este tipo de delitos, que como los delitos sexuales, son de realización oculta, eso quiere decir que es muy complicado demostrar una prueba fehaciente que conste el cometido del delito, porque ocurren en la intimidad”, explicó Valeria Martínez.

Olimpia Coral y estudiante del IPN en Glorieta de las Mujeres que Luchan piden sentencia condenatoria por violencia digital

Principal reto: perspectiva de género en sistema de justicia

Gracias a la reciente aprobación de Ley Olimpia, la legislación mexicana ha volteado a ver a estos delitos, pero todavía hay desafíos: primero para tipificar el delito y segundo, para fortalecer las pruebas dado que todavía persisten vacíos legales.

Y es que no existen antecedentes de parámetros jurídicos que permitan tener la capacidad para las investigaciones de estos delitos.

“No existen mecanismos, no existe la programación, no tenemos la capacidad en Fiscalías ni economía para realizar este tipo de investigaciones. No había un parámetro a seguir, lo hemos ido descubriendo según avanzan las investigaciones”, dijo la abogada a Once Noticias Digital.

Pero el mayor reto radicó en que todavía hay un trecho para que la perspectiva de género sea una realidad en el sistema de justicia y se aplique de manera efectiva. En este caso, las estudiantes fueron revictimizadas por las diferentes autoridades así como por juezas.

“No basta con decir ‘yo juzgo con perspectiva de género’ sino saber los elementos teóricos, para bajarlos a la práctica y evitar la revictimización hacia las mujeres. Eso ha pesado mucho en el proceso”, apuntó la abogada.

Esta lucha ha fortalecido a las estudiantes del IPN

El año pasado se dio a conocer que ocho estudiantes fueron víctimas de delitos contra la intimidad, en su variante de violencia sexual digital, cuando Diego “N” alteró 50 mil fotografías con contenido de carácter sexual. El exalumno tomó las imágenes de redes sociales, las manipuló y comercializó.

Fue entonces que las alumnas de la Escuela Superior de Comercio y Administración, Unidad Santo Tomás, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), denunciaron a su compañero al haber sido detectado “en flagrancia”. Sin embargo, sólo dos de las estudiantes lograron llegar a un juicio oral.

Este caso cambió, de manera sorpresiva, la vida a las estudiantes, por lo que piden que la sentencia de este próximo miércoles sea ejemplar.

“Ojalá que se dé la sentencia que debe de ser. Estoy orgullosa que llevemos este proceso todas juntas. Hemos hecho que las autoridades piensen en que la tecnología está avanzando y avanzará mucho más”, compartió una de las estudiantes del IPN en entrevista con Once Noticias Digital, quien pidió el anonimato.

La estudiante dijo que prevalece el miedo, sobre todo porque sus identidades fueron expuestas y eso impactó en sus relaciones personales, así como en su autopercepción; la violencia digital la llevó a aislarse.

“En un momento sentía que toda mi vida giraba en torno a lo que había pasado. Al inicio yo me cerré al mundo, no quería hablar de eso, me sentía muy sola. Cambió cómo me relacionaba con mi familia, con mis amigos, con mi pareja. Durante todo este año he trabajado en cómo relacionarme con la gente y en la percepción que tengo de mi misma, porque es una imagen que vas a recordar”, compartió.

No obstante, considera que las movilizaciones y el apoyo de sus compañeras la han fortalecido, pero también al movimiento. Incluso confesó admiración por la activista Olimpia Melo, quien estuvo conversando con las estudiantes posterior a la conferencia de prensa.

“Hace un año cuando la conocimos se acababa de aprobar [La ley Olimpia] en Argentina. Ha dado grandes pasos. Ojalá que esa ley se expanda en el mundo y que cualquier mujer esté protegida”, agregó la estudiante.

El miércoles 27 de noviembre las autoridades tendrán una oportunidad histórica para emitir un fallo condenatorio contra el agresor dado que es la primera vez, en todo el mundo, que se podría condenar a una persona por este tipo de violencia.

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