La XI Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México, concluyó el domingo tras convertir al Zócalo en un espacio de celebración que reunió a más de 1.4 millones de visitantes. Durante 17 días dio visibilidad, reconocimiento y participación activa a quienes dan vida e identidad a la capital.
Durante esta edición se llevaron a cabo más de 80 presentaciones artísticas en el escenario principal, además de talleres, pasarelas de vestimenta tradicional, conversatorios sobre prácticas autosustentables, proyecciones, actividades literarias y ponencias.

La Plaza de la Constitución también se convirtió en un gran mercado vivo donde más de mil artesanas y artesanos compartieron su trabajo en textiles, gastronomía, herbolaria y medicina tradicional, conectando al público con los saberes ancestrales y la riqueza cultural de los pueblos.
Con el lema “Nuestra lengua madre, nuestra madre tierra”, esta edición de la Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios subrayó la importancia de reconocer a los pueblos como una fuerza viva para la transformación social.
El cierre estuvo marcado por la calenda, que partió del Hemiciclo a Juárez con 15 bandas oaxaqueñas y contingentes de comunidades originarias, para culminar con la presentación de la Banda Monumental Oaxaqueña en el Zócalo, integrada por más de 300 músicos, y el concierto del grupo Yolotecuani.